Si usas lentillas debes cambiarlas ya por estas otras: corres el riesgo de “desarrollar problemas visuales severos”

Los expertos alertan de los graves peligros de utilizar determinadas lentes de contacto, sobre todo ahora en época de coronavirus, y determinan qué clase de lentillas debemos usar a partir de ahora.

La visión es el sentido más valorado por los españoles, tal y como reflejan las encuestas. Sin embargo, curiosamente es el que menos se cuida. La mayoría no acude a revisarse la vista todo lo que debiera, los que usan gafas no cambian hasta que ya ven mal con ellas y los que utilizan lentes de contacto incurren en un error que pone en riesgo su salud.

Hoy nos vamos a centrar en éstos últimos. Si nos estás leyendo, es más que probable que utilices lentillas de forma habitual, como cerca de tres millones de españoles (el 8% de la población entre 12 y 65 años), y que las prefieras en vez de las gafas por comodidad (39%), estética (29%) o para realizar determinadas actividades, como deporte (22%), entre otras razones, según detalla el Libro blanco de la salud visual en España.

Aunque haces bien en utilizar lentes de contacto en vez de gafas, hay en un error que puedes estar incurriendo y que puede causarte muchos quebraderos de cabeza y problemas de salud visual severos.

Por qué tus lentillas de larga duración ponen en jaque tu salud

El hecho de usar unas lentes de contacto de larga duración (semanas, meses, años) es que caemos en una serie de errores que pueden causarnos infecciones y otros problemas más graves de salud visual. El primero de ellos es la falta de higiene de las lentillas.

“El rol del mantenimiento, limpieza y desinfección regular y adecuada de las lentes de contacto juega un papel crítico. Si no hacemos un mantenimiento adecuado de las lentes de contacto, el riesgo de padecer infecciones de la superficie ocular se multiplica exponencialmente. Y, a día de hoy, se alza como la mayor preocupación de los profesionales que se dedican al cuidado ocular y visual”, advierte Gonzalo Carracedo, doctor en Optometría y Visión por la Universidad Complutense de Madrid y profesor de la Facultad de Óptica y Optometría de la misma universidad.

El papel que juega la limpieza y mantenimiento de las lentes de contacto es, como vemos, decisivo, a pesar de que suele estar infravalorado, principalmente por parte del usuario, que suele restarle importancia. Sin embargo, las consecuencias de una mala higiene resultan determinantes para la aparición de un gran número de problemas visuales. “Una mala limpieza provocará, de inicio, sintomatología de incomodidad, incluso una disminución de la calidad visual por el uso de una lente de contacto que no esté bien limpia», detalla Carracedo, recoge el Libro blanco de la salud visual en España.

Además, podría provocar irritación ocular, ya sea porque los limpiadores utilizados no han sido correctamente aclarados o por unas lentes de contacto llena de depósitos. Por último, siguiendo el orden de severidad y, por tanto, el más importante de los problemas provocados por una mala higiene de las lentes de contacto, aparece el riesgo de infecciones oculares.

«Las lentillas de larga duración pueden provocar problemas visuales severos»

Hawkers

A la falta de limpieza y mantenimiento de las lentes su suma «el empleo de agua del grifo para el aclarado de las mismas”, detalla Carracedo, quien hace hincapié en que el usuario de estas lentes de larga duración se enfrenta a la posibilidad de «desarrollar problemas visuales de carácter muy severo«.

“En concreto, la infección por algunos patógenos, como por ejemplo la acanthamoeba o pseudomona aeruginosa, puede provocar en el usuario un elevado peligro, ya que incluso puede derivar en la pérdida de visión y en la necesidad de trasplante de córnea”, advierte el profesor de la Universidad Complutense, quien señala que “no debemos olvidar que las lentes de contacto son un factor de riesgo para la infección ocular, y este riesgo es debido, fundamentalmente, por el mal mantenimiento de las mismas”.

Al problema del mal proceso de limpieza y desinfección de las lentes de contacto se suma la falta de mantenimiento de las mismas. A todo esto se suma el riesgo de contaminación de las lentes de contacto, que es evidente cuando no se usan las lentillas de manera adecuada.

“El uso de estas soluciones fuera del tiempo de uso recomendado o no mantener el envase cerrado después de su uso aumenta el riesgo de infección por contaminación de la boquilla del envase”, advierte el profesor, quien aconseja lavarse correctamente las manos antes de poner o quitar las lentillas de los ojos, reemplazar cada dos o tres meses el portalentes, desinfectar las lentes de contacto y no usar nunca agua del grifo para aclararlas, entre otras cosas.

¿La solución? Cambiar tus lentillas por las lentes de un sólo uso

Si utilizas lentes de contacto estarás ahora mismo un poco alarmado, y es normal: el propio Carracedo reconoce en el mencionado libro que no se le da toda la información al usuario al respecto cuando adquiere sus lentillas, así como tampoco se le detalla qué pasos concretos debe seguir para evitar infecciones o problemas de salud graves.

Para evitar asumir riesgos que podrían, incluso, acabar con nuestra calidad de visión, los oftalmólogos recomiendan, sobre todo ahora en plena pandemia por coronavirus, pasarse a las de un sólo uso

«Es aconsejable utilizar, a ser posible, lentes desechables diarias y desecharlas de forma que no contaminen ni microbiológicamente ni como desechos plásticos». Así lo indica la Sociedad Española de Oftalmología, la Sociedad de Retina y Vítreo y la Sociedad Española de Cirugía Ocular Implanto-Refractiva, en uno de sus últimos comunicados, en el que evidencian que, de no utilizar lentillas de un sólo uso, podemos no sólo desarrollar todo lo mencionado anteriormente, sino también contraer una infección por covid-19.

Qué lentillas de un sólo uso elegir: Hawkers, Hubble o Clark

Bien, cambiamos nuestras lentes de larga duración por unas de un sólo uso, ¿pero cuáles? Actualmente en el mercado hay una variada oferta, el problema es que suele haber problemas de ‘stock’ en estos tiempos convulsos y que las ópticas de nuestro país pueden volver a cerrar sin previo aviso ante un nuevo y probable confinamiento, como ya hicieron muchas en el primero, dejando en la estacada a miles de españoles.

Por eso lo mejor y más seguro en estos tiempos de pandemia es optar por una suscripción online: pagamos al mes o cada tres meses y nos traen las lentillas a la puerta de nuestra casa

Las mejores en cuanto a calidad-precio, según los expertos, son las de Hawkers, fabricadas en Europa y que cuentan con un novedoso material llamado Somofilcon A, un hidrogel de silicona de elevado rendimiento, y con un alto nivel de permeabilidad al oxígeno, que permite más paso de oxígeno a la córnea y por tanto más horas de uso. Además cuentan con una tecnología que garantiza la humedad de las lentillas durante más tiempo. ¿Su precio? 25 euros al mes y los primeros diez pares, gratis.

En el mercado, no obstante, hay otras lentes de contacto de un sólo uso, como las de Hubble (30 euros/mes) o las de Clark (33 euros/mes), más caras y con materiales más modestos pero que también son una buena opción.

Ya sabes: ahora, más que nunca, cuidar de la salud es esencial, y no debemos olvidarnos de la vista, sobre todo el avance del coronavirus en nuestro país.