La crisis ocasionada por la Covid-19 nos ha obligado a todos los integrantes de la sociedad a modificar muchos de nuestros hábitos y a implantar otros. La utilización de la mascarilla en los espacios públicos, el lavado frecuente de manos y el mantenimiento de la distancia social son algunos de ellos.
Son medidas imprescindibles para proteger nuestra salud y para evitar todo lo posible la propagación del virus. Sin embargo, no quiere decir que sean medidas inocuas y que no puedan causar efectos secundarios. En este sentido el uso continuado de las mascarillas puede causar problemas, como por ejemplo dolores de cabeza. Os contamos por qué.
7Las mascarillas no acumulan CO2
Los expertos mantienen que la sensación de falta de aire que muchos sufrimos cuando usamos la mascarilla se debe a la hiperventilación. Según neumólogos como García Azorín «Las mascarillas que usa la mayoría de la gente, quirúrgicas, de tela y FFP2 convencionales no acumulan dióxido de carbono«.
Por lo tanto el dolor de cabeza asociado con el uso de las mascarillas se debería más bien a la presión externa que estas pueden causar. Uno que se asimila al que pueden sentir los nadadores por el uso de las gafas de buceo.
La solución es tratar de buscar un modelo de mascarilla que nos apriete menos en la zona de las nariz y de las orejas. Aunque eso sí sin renunciar a la protección por lo que nunca se debe llevar una mascarilla holgada.
