De Guatemala a Guatepeor: las botellas de cristal contaminan más que las de plástico

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Combatir la contaminación y el cambio climático no es tan fácil como nos pensamos. Por comodidad o por costumbre nos gusta pensar que con cambiar algún gesto de la vida cotidiana podremos revertir el calentamiento global. Basta con ir a los sitios en bicicleta, reciclar y renunciar en la medida de lo posible al plástico, a las botellas por ejemplo. Y hacemos bien en disminuir el consumo de botellas de plástico, pero el remedio podría ser incluso peor que la enfermedad.

El plástico contamina mucho y tarde miles de años en desaparecer. Pero si sustituimos las botellas de plásticos por las de cristal estaremos yendo de Guatemala a Guatepeor. La fabricación de las botellas de cristal, acaba de establecer un estudio científico, supone un impacto ambiental hasta cuatro veces superior al de las botellas de plástico. Y es que fabricar una sola de esas botellas hace necesario utilizar grandes cantidades de energía y de recursos materiales. 

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Carbono y sulfuro

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Otra desventaja más que presentan las botellas de cristal. Este tipo de envases, por lo general, se tiran después de un solo uso, o de muy pocos. Pensemos, por ejemplo, en los botellines de cerveza o coca-cola que sirven en los bares y restaurantes. Y es ciertamente chocante, pues estas botellas tienen la capacidad de reutilizarse entre 12 y 20 veces. Según las conclusiones del estudio, los envases más “ecofriendly” son los cartones de leche y zumo y las latas de aluminio. 

Alice Brock, una de las científicas implicadas en el estudio, detalla que la cantidad de energía necesaria para producir el cristal es muy elevada. “Para derretir los materiales con los que luego se hace el cristal se liberan grandes cantidades de gases contaminantes como el dióxido de carbono y el dióxido de sulfuro”. Y, retrotrayéndose en la cadena, antes fue necesario extraer muchas toneladas de recursos mineros como la soda y la dolomita.