La industria cárnica española ha mostrado su preocupación ante un empeoramiento de las ventas de cara a la campaña de Navidad, debido a las restricciones y confinamientos en España tras el nuevo estado de alarma decretado por la crisis sanitaria del coronavirus, al tiempo que ha pedido al Gobierno «medidas extraordinarias» de apoyo al sector.
«Hay que trasladar a la Administración la importancia de adoptar medidas extraordinarias de apoyo para el sector cárnico, así como la puesta en marcha de campañas de promoción de nuestros productos, tanto a nivel nacional como internacional», ha indicado el presidente de Anice, Alberto Jiménez, durante la presentación del barómetro de la industria cárnica.
El directivo, además, hace un llamamiento al Gobierno para que en estos complicados momentos económicos no se grave la fiscalidad. «Hay que fomentar el diálogo con los sectores económicos para evitar que se aumente la fiscalidad al consumo de determinados productos o el incremento IVA, que no harán más que complicar un poco más la difícil situación que ya tienen nuestras empresas», ha advertido.
Respecto a la inminente campaña de Navidad, el presidente de Anice ha destacado la «gran incertidumbre» que existe este año por la pandemia, sobre todo para el sector del ibérico, que tiene ahora uno de sus «momentos más fuertes» del año. «Inicialmente parece ser que se confía en números similares a la del año anterior, pero hay cierto pesimismo e incertidumbre por el consumo que pueda haber», ha precisado.
EL 66% DE LAS EMPRESAS HAN REDUCIDO SUS VENTAS
De esta forma, los datos del barómetro muestran que, durante la primera mitad del año, ya impactado por el efecto del confinamiento y el primer estado de alarma por la pandemia, solo un 14,3% de las empresas cárnicas logró elevar sus ventas, mientras que el 65,7% redujo su facturación, debido a la paralización del mercado y sobre todo por el cierre del canal Horeca, que supuso un «impacto durísimo» para el sector.
David Uclés, director del servicio de estudios de Cajamar, ha señalado que el 2020 será un «año duro» para la industria cárnica española, ya que las expectativas respecto al segundo semestre del año mejoraban ligeramente, aunque se mantenía el pesimismo sobre la evolución de las ventas en el 62,9%, con datos recogidos en el verano cuando la situación era menos crítica y sin conocerse las últimas medidas decretadas por el Gobierno.
