Bruselas pide una ventanilla única para el control de las aduanas de entrada a la UE

La Comisión Europea ha propuesto este miércoles la creación de una ventanilla única para centralizar el control de las aduanas de entrada del bloque, por las que entran al año bienes por valor de 3,5 billones de euros, además de simplificar los procedimientos y hacerlos más digitales.

La crisis del coronavirus, argumenta Bruselas, ha subrayado la importancia de tener un sistema «sólido» de controles en aduanas que permita que el comercio «fluya fácilmente» y al mismo tiempo «proteja a los ciudadanos europeos, las empresas y el medio ambiente». Este hecho «será incluso más importante a medida que siguen creciendo los intercambios comerciales y los retos relacionados con la digitalización y el comercio electrónico».

«La digitalización, la globalización y la naturaleza cambiante del comercio presenta tanto riesgos como oportunidades. Para enfrentarse a estos desafíos las autoridades de aduanas deben actuar como una sola, con un enfoque más holístico a los muchos controles y procedimientos necesarios para un comercio fluido y seguro», ha expresado el comisario de Economía, Paolo Gentiloni.

En un comunicado, el Ejecutivo comunitario ha explicado que en la actualidad las formalidades que se deben cumplir en las fronteras del bloque «involucran a muchas autoridades diferentes» a cargo de diferentes sectores como la salud, el medio ambiente, el sector primario o la cultura. Esto conlleva que las empresas que importan o exportan bienes tienen que remitir información relevante a todas estas autoridades, cada una con sus portales específicos y procedimientos.

Así, el objetivo de la ventanilla única de aduanas será reducir la carga administrativa de las compañías, mejorar la eficiencia en la aprobación de bienes que entran en la UE e impulsar una mejor cooperación y coordinación digital entre las autoridades aduaneras de todos los Estados miembros.

La propuesta que ha desvelado este miércoles la Comisión, sin embargo, será solo un «primer paso» de un proyecto «ambicioso» que exigirá «importantes inversiones tanto en la UE como en los Estados miembros» y conllevará una «aplicación gradual» de la iniciativa durante aproximadamente una década.

Para ello, los socios comunitarios tendrán que invertir dinero para transformar su legislación nacional de aduanas y sus procedimientos de control, así como para actualizar los sistemas informáticos.

A lo largo de este proceso, los Estados miembros tendrán que poner en marcha su propia ventanilla única, a través de la cual las empresas puedan transmitir la información relacionada con los bienes que quieren importar o exportar. Estos portales nacionales serán conectados después a una plataforma europea que desarrollará el Ejecutivo comunitario.

En última instancia, la ventanilla única europeo reemplazará la «multitud de diferentes portales que utilizan las autoridades responsables de los controles fronterizos», creando así un enfoque «mucho más simplificado y coordinado».