ACH alerta de cambios en el consumo en España por la pandemia

Acción contra el Hambre (ACH) ha alertado del cambio de hábitos alimentarios a consecuencia de la pandemia en España, donde los hogares más vulnerables compran «menos pescados, carne y productos frescos». Así se ha puesto de manifiesto en una rueda de prensa en la que se ha advertido de que la crisis sanitaria amenaza la alimentación mundial.

La organización considera que la relación entre desempleo y una mala alimentación es bidireccional. «No solo come peor quien ve reducidos sus ingresos, sino que el deterioro de su estado de salud por un cambio de dieta reduce sus posibilidades de empleo», alerta el responsable de salud y nutrición de Acción contra el Hambre, Antonio Vargas.

Por ello, Acción contra el Hambre está integrando una nueva línea de trabajo en sus programas de empleo en España para incorporar buenos hábitos nutricionales y saludables como factor clave para la empleabilidad de las personas.

La organización cree que todo apunta a que la COVID-19 duplicará el número de personas en situación de crisis alimentaria antes de final de año, alcanzando los 265 millones de personas y un incremento de más de un 14% el porcentaje de niños que podrían morir cada mes por desnutrición como consecuencia de la pandemia, lo que se traduciría en 10.000 muertes infantiles más por mes.

Aunque admite el epicentro mundial de la pandemia no esté en los países con más hambre, el golpe para los sistemas alimentarios, la caída de las economías informales o la reducción de los servicios de prevención y tratamiento de la desnutrición hacen temer un aumento del hambre.

La ONG alerta también de que el cierre de fronteras y la ruptura de los mercados han provocado una hiperinflación que en muchos países está llevando a la población a pasar hambre en mercados abastecidos. En Siria, por ejemplo, el coste de la canasta básica de alimentos ha aumentado un 240%.

Además del impacto económico, también advierte de los efectos directos de la salud: «el colapso de sistemas sanitarios con la enfermedad, o simplemente el miedo de la población a acercarse a lugares que podían estar repletos de carga viral, ha dejado sin atender a otras enfermedades.

Esto es especialmente grave en el caso del tratamiento de la desnutrición, y también lo es la suspensión de los programas de prevención. Se estima que el número de niños y niñas desnutridos aumentará un 14% con la pandemia, lo que se traduciría en 10.000 muertes infantiles más por mes», afirma Vargas.

SITUACIÓN EN EL MUNDO

En América Latina, con países como Perú o Colombia a la cabeza de las cifras de contagios, se calcula que 29 millones caerán en la pobreza tras la pandemia.

En África, donde la enfermedad no ha tenido ni la intensidad ni la letalidad de otras regiones, preocupa especialmente el impacto sobre un sistema de salud ya frágil antes de la pandemia.

En Oriente Próximo, la subida del precio de alimentos básicos parece imparable mientras que en Filipinas, el país con la cuarentena más larga, las distribuciones de alimentos han sido cruciales en zonas donde los mercados se han quedado sin abastecimiento.