Las ‘grandes verdades’ del doctor Cavadas en «El Hormiguero» de las que todo el mundo habla

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En plena incertidumbre madrileña, Pablo Motos recibía en el plató de «El Hormiguero» a Pedro Cavadas, el famoso doctor reconocido por sus complicados trasplantes y, destacado estos últimos meses, por haber hablado sobre el Covid-19 al comienzo de la pandemia, así como haberse adelantado a los datos oficiales, ya no solo de nuestro país, sino de todo el mundo. En ese momento nadie le creía, pero se muestra orgulloso ante las cámaras de haberse acercado a la realidad.

El doctor Cavadas se sentaba frente a las hormigas para hablar sobre la gestión del Gobierno, el uso de mascarillas, cuando piensa que llegarán las vacunas y, como no, de Fernando Simón, con quien no parece tener muy buena relación. El cirujano, sin pelos en la lengua, charló con Pablo Motos para volver a dar su propia opinión sobre el asunto.

En redes sociales, muchos se volcaron con sus afirmaciones, mostrándole su apoyo y asegurando que todo lo que decía era «lógico». Incluso muchos hacían alusión que «el país iría mejor si se sustituyera a Simón por Cavadas». Aunque otros pensaban todo lo contrario, y mostraban su descontento en los mensajes y asegurando que «se contradecía». Así, te recordamos algunas de las frases que marcaron la entrevista y que está haciendo dividir a las redes sociales en dos bandos: los que le apoyan y quienes piensan que carece de razón.

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Sobre Fernando Simón: «No lo conozco, ni ganas»

Además de arremeter contra el Gobierno, también quiso hablar de Fernando Simón. La Organización Mundial de la Salud y el epidemólogo tacharon, a principios de año, a Cavadas de «alarmista», dejando una clara enemistad entre ambos profesionales. Así, Pablo Motos le preguntaba sobre la manera de gestionar la pandemia del médico.

«Es una persona de la que no tengo ningún interés en conocer, ni él a mi, como debe ser. No le conozco, ni ganas pero la realidad es la que es. No sé quién lo habrá controlado, pero quién lo haya hecho, lo ha hecho muy mal dos veces. Se puede errar mal una vez, pero dos…», declaraba, sin tapujos.