Hay cientos, tal vez miles, de trabajos prescindibles. Esos trabajos que, cuando llegan los momentos difíciles, de vida o muerte, se revelan como trabajos innecesarios. La sociedad podría dejarlos de lado y todo seguiría más o menos igual. No sucede eso con las enfermeras, y lo hemos visto estos últimos meses.
Los profesionales sanitarios, junto a otro puñado de trabajadores, han demostrado ser los verdaderamente indispensables. Pocos trabajos tan duros, y a la vez tan gratificantes, como los suyos. El de enfermera puede ser un trabajo sucio en ocasiones, poco considerado incluso e ingrato muchas veces. Pero absolutamente imprescindible.
3Enfermeras con brasas
Esta tiene todavía más gracia. No solo se ocupaban de limpiar el hospital, sino que también era responsabilidad suya mantener el centro a una temperatura agradable. Para ello, estaban obligadas a llevar consigo un recipiente con brasas para caldear las habitaciones.