La visión cinematográfica de un juicio de brujería en ‘Akelarre’

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El dos de octubre se tiene previsto llegue a los cines la película Akelarre, una producción que retrata el juicio de unas muchachas acusadas de ser brujas. El film estuvo inspirado en los textos del Tratado de los Malos Ángeles y Demonios de Pierre de Lancre.

Pablo Agüero es el director del filme y ha decidido plasmar más que una historia una realidad acontecida en 1609. El público se preguntará qué le puede importar a la audiencia una historia tan vieja y prácticamente inexistente. El director confiesa que la estigmatización femenina mucho tiene que ver con la época actual.

Quizá lo que parece sorprendente es que la historia no está desde el punto de vista de los inquisidores sino desde la mirada de las jóvenes señaladas y acusadas de practicar rituales relacionados con Satanás.

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Presupuesto

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La cinta tiene un presupuesto de tres millones de euros. Fue grabada en siete semanas. Contó con equipo técnico que ha sido reconocido en destacadas premiaciones, tal es el caso del director de fotografía Javier Agirre y el director de Arte Mikel Serrano: ambos premiados en los Goya por Handia en 2018. Akelarre es una producción independiente hispano-argentina-francesa.

En el largometraje se podrá ver la oscuridad que envuelve a los inquisidores y la luz de las féminas acusadas de practicar la brujería. Por ser una película de época tuvieron que buscar extras que mostraran la fisionomía humana de aquellos tiempos.

La producción también ofrece detalles sobre el proceso de casting. Las actrices que interpretan al grupo de jóvenes acusadas son, en su gran mayoría, caras desconocidas a excepción de Amaia Aberasturi. Duró un año la selección del elenco.

Sin duda, Akelarre evidencia a un director bastante detallista y perfeccionista. Se estrenará en octubre, mes que celebra las fiestas de Halloween.