Los expresidentes del Parlament Joan Rigol, Ernest Benach y Núria de Gispert han presentado este lunes en la Delegación del Gobierno de Catalunya una petición de indulto para la expresidenta de la Cámara Carme Forcadell, encarcelada por el 1-O.
En rueda de prensa conjunta en la cámara, Benach ha admitido que coinciden en que la mejor solución sería una ley de amnistía que devolviera al cauce del diálogo el conflicto catalán, además de dejar claro que son ellos y no Forcadell los que impulsan la petición de indulto «por un sentido institucional».
Junto a la petición, los tres expresidentes del Parlament adjuntan una carta dirigida al ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, argumentando que el espíritu de servicio de Forcadell ha sido «absolutamente ejemplar» en el transcurso de los años.
«A Forcadell se la juzgó por haber gobernado el Parlament de Catalunya, tal y como dispone el reglamento de la Cámara, por haber dejado debatir, y por haber permitido la votación de las propuestas que hacían los grupos parlamentarios. Y por estos supuestos delito la condena ha sido durísima, hasta 11 años y medio de prisión», destacan en la misiva.
También recogen que concederle el indulto sería «un gesto significativo por parte del Gobierno de cara al futuro y a la resolución de un conflicto que no se puede enquistar ni alargar más en el tiempo».
Tras registrar la petición de indulto, Benach y Rigol han explicado que el Ministerio de Justicia deberá admitirlo o no a trámite, y tras ello quedará en manos del Consejo de Ministerio resolver el expediente en un plazo máximo de un año.
«NINGÚN ARREPENTIMIENTO»
Para De Gispert, un indulto no conlleva «ningún arrepentimiento» por parte de Forcadell, y ha defendido que la expresidenta del Parlament cumplió con el reglamento de la Cámara, con el Estatut y las leyes.
«Forcadell fue acusada y sentenciada por un delito que no cometió. Cumplió con el reglamento y sus funciones. Y en el escrito del indulto pedimos que pueda hacer su vida normalmente, la que siempre ha hecho, pacíficamente y actuando en beneficio de la gente y del pueblo catalán», ha sostenido.
Rigol cree que haber sido presidente del Parlament aporta un sentido institucional que provoca que se sientan interpelados y afectados cuando juzgan y encarcelan a una persona que ha ocupado esta responsabilidad, y por ello piden el indulto para Forcadell, a quien ha definido como «una persona de un civismo activo comprobado, hecho siempre en el marco de la democracia, que está injustamente encarcelada».
Según el expresidente del Parlament, muchos catalanes llevan años movilizándose democráticamente para defender derechos, como el de la autodeterminación, y ante esto el Estado «no se ha movido nada, y muchas veces cuando invocan la Constitución, lo hacen desde una arrogancia política que hace que millones de catalanes no tengan voz».
«JUEGOS FLORALES»
«No queremos que Forcadell esté más en la cárcel, no se lo merece. Sus actos no necesitan corrección, porque han sido correctos. Ella es un ejemplo en este sentido», ha reivindicado Rigol, que ha reprochado que la ministra de Justicia, Margarita Robles, haya pedido dejarse de juegos florales tras cuestionar que la mesa de diálogo entre gobiernos sea una prioridad.
Para Rigol, se están minimizando unas demandas por las que una gran parte de la sociedad catalana se ha movilizado: «No puede ser que, ante uno de los problemas más graves que tiene España, se quiera minimizar diciendo que es una cuestión de juegos florales. Forcadell también es víctima de querer reducir el problema que representa Catalunya a unos niveles que no son aceptable por la inmensa mayoría de la gente».