La ONCE pide «un esfuerzo» para que la cuota de empleo reservado a personas con discapacidad se cumpla en la ‘reconstrucción’ del país

El presidente del Grupo Social ONCE, Miguel Carballeda, lamentó este martes en el Congreso de los Diputados que el cumplimiento de la cuota del 2% de empleo reservado para personas con discapacidad en las empresas de más de 50 trabajadores «sigue siendo una asignatura pendiente en España».

En su comparecencia ante el Grupo de Trabajo de Políticas Sociales y Sistema de Cuidados de la Comisión para la Reconstrucción Económica y Social del Congreso de los Diputados, Carballeda pidió «un esfuerzo» a empresas, administraciones y agentes sociales para alcanzar, «por fin», esta previsión legal.

“En España, todo lo que sea hacer leyes y reglamentos se nos da muy bien. Estamos en la Champions. Luego, si miramos su cumplimiento, a lo mejor tenemos que bajar de división», señaló ante los diputados.

Por ello, Carballeda reclamó «un esfuerzo para que, entre todos, nos acerquemos poco a poco» a este objetivo de cara a la reconstrucción del país tras los efectos de la crisis sanitaria y socioeconómica que ha generado el coronavirus.

Aclaró que no pide «nuevas imposiciones para los pequeños empresarios, sobre todo en un momento como el actual», pero las grandes empresas deberían dar ejemplo, señaló.

En su opinión, garantizar a una persona con discapacidad el acceso a un empleo es el servicio más importante de todos los apoyos (educación, rehabilitación, tiflotecnología, ocio…) que presta la ONCE. Supone «darle una forma digna de ganarse la vida, de ser dueño de su futuro».

Carballeda recordó que el Grupo Social ONCE es el cuarto empleador privado de España y el primero a nivel mundial de personas con discapacidad. Su plantilla la integran más de 73.000 trabajadores, de los que el 70% tienen alguna discapacidad.

«Nuestro objetivo para 2020 era superar los 75.000 empleados», propósito que no se logrará a causa de la Covid-19, lamentó. De hecho, añadió, «los más de 19.000 vendedores de ONCE, así como otros miles y miles de Fundación ONCE e Ilunion, están inmersos en distintos tipos de ERTE».

VUELVEN LOS VENDEDORES DE LA ONCE

Como dato positivo, Carballeda destacó que los vendedores volverán a las calles el 15 de junio, a «traer ilusión y la suerte que tanta falta nos hace».

Indicó que el cierre de la actividad a causa de la Covid-19 ha representado unos seis millones de euros en pérdidas al día para la organización.

El 3% de todo lo que se recauda con la venta del cupón se entrega a la Fundación ONCE, que a su vez dirige estos fondos a todo tipo de entidades de personas con discapacidad para sus programas educativos, de accesibilidad, ocio, participación, etc. «Como no hemos podido vender, todas las transferencias a la Fundación ONCE y a las distintas asociaciones se han interrumpido», explicó Carballeda.

Sin embargo, los hoteles de ILUNION se han convertido en residencias para personal sanitario y enfermos durante la pandemia, apuntó, y «nuestras lavanderías han garantizado que en los hospitales nunca faltase ropa limpia».

Convencido de la importancia del empleo, Carballeda defendió el diálogo social «entre todos los agentes sociales», para salir adelante. «Los empresarios no son ogros, y entre todos tenemos que trabajar juntos para salir de esta crisis».

Lo mismo pidió a los grupos políticos y destacó «lo difícil» que para un padre resulta a veces explicar a su hijo las peleas que se ven en la tele.

Finalmente, defendió el modelo de Centro Especial de Empleo «de carácter social, que reinvierte sus beneficios en aumentar la plantilla y procura la incorporación a la empresa ordinaria.

«Este es el modelo que defiende la ONCE», y no «el de Centros Especiales de Empleo para hacer negocio», recalcó. Por ello, sugirió clarificar «un poco más» la normativa «para distinguirlos bien».

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