El director de Programas de la Fundación Anar, Benjamín Ballesteros, alertó este viernes del «alarmante» incremento de la violencia física contra los niños y adolescentes durante el confinamiento.
Lo hizo durante su comparecencia ante el grupo de trabajo de Políticas Sociales y Sistema de Cuidados de la Comisión para la Reconstrucción Económica y Social tras la Covid-19 creada en el Congreso de los Diputados.
Según explicó, su entidad ha gestionado 3.803 consultas o peticiones de ayuda, sobre todo a través de su chat, durane el confinamiento. Una de cada dos tenían que ver con violencia física contra niños y adolescentes.
«Esto supone un rápido incremento, mucho mayor del que ya preveíamos. La curva no ha parado de subir con los días», indicó Ballesteros, que alertó de que la desescalada no ha aliviado el problema.
También se refirió al aumento de las «ideaciones» suicidas por parte, sobre todo, de adolescentes. Expuso que en la actualidad suponen el 8% de las consultas, cuando el año pasado representaron el 1,8 %.
«Los problemas de relación familiar, la falta de espacio vital, el miedo, la tristeza, la muerte de seres queridos o la preocupación por ellos, el aislameinto y la obligación de convivir con sus agresores» son, según Ballesteros, los principales motivos que les llevan a esas ideas.
Más allá de este tipo de pensamientos, «muchos nos hablan de miedo, tristez y soledad». Agregó que «otro problema que nos plantean los niños y adolescentes tiene que ver con el maltrato psicológico por parte de su familia, agravado además porque no hay tiempo de descanso», y con los abusos sexuales.
«Pese a lo que pueda parecer, el abandono y las neglicencias en el cuidado no se han reducido durante este tiempo, aclaró.
Además, Ballesteros advirtió de que «la violencia extrafamiliar no ha cesado con el confinamiento», ya que «los casos de ciberacoso, ciberbullying, frooming y sextíng continúan a través de las redes sociales y de los medios telemáticos».
En cuanto a las consultas por parte de los adultos, apuntó que muchas tenían que ver con temas relativos a la conciliación, la educación de los hijos (sobre todo de aquellos que tienen problemas de conducta) o la gestión de las visitas en los casos de divorcio o separación.
Hay padres que han denunciado intento de agresiones a sus hijos por parte de los vecinos y destacó «la saturación» de muchas familias que «deben conciliar el teletrabajo y la educación de sus hijos», a veces sin los medios y sin los conocimientos suficientes.
MEDIDAS
Por todo ello, Ballesteros reclamó la aprobación inmediata del anteproyecto de Ley de Protección Integral de la Infancia y la Adolescencia rente a la Violencia y agilizar la tramitación de todos los procesos judiciales que tengan como víctima a un menor.
Asimismo, pidió dar prioridad a estos niños en la atención psicológica, reforzar el número de profesionales de salud mental infantil de los servicios públicos y facilitar, si es preciso, la derivación de estas niñas a hospitales privados.
Finalmente, propuso facilitar la conciliación familiar «porque los padres están saturados y no pueden teletrabajar ocho horas y al mismo tiempo cuidar de niños pequeños», permitir la apertura de campamentos urbanos y de guarderías en cuanto sea posible y proporcionar un refuerzo educativo adecuado.
Opinó que con el cierre de escuelas y de la Atención Primaria «se ha producido un apagón informativo», pues eran los principales canales para detectar malos tratos. Por ello, exigió la puesta en marcha de vías de denuncia accesibles para los niños que garanticen su anonimato.
SERVIMEDIA