Los cuidadores de pacientes con Alzheimer solicitan información clara ante el cese de actividades

El neuropsicólogo de la Fundación Alzheimer España (FAE), Andrés Navarro, expresó este miércoles la necesidad que tienen los familiares y cuidadores de pacientes con Alzheimer de recibir información clara sobre los servicios a los que pueden acceder en la actual crisis sanitaria que ha provocado el cese de un gran número de actividades asistenciales presenciales.

En declaraciones a Servimedia, Navarro dijo que los organismos públicos no transmiten “de forma clara” la información y hay “muchos vacíos”. Muchas familias no conocen con qué recursos pueden seguir contando y la situación genera “un cambio” en el bienestar de los pacientes.

“Es una situación de incertidumbre. Las personas con alzheimer siguen contando con ciertos recursos, los hay. Lo complicado es la información para saber con qué ayuda cuenta y los cuidadores hacen todo lo que pueden y se dejan la piel. Pero carecemos de unas proposiciones más en firme por parte de la administración”, afirmó el neuropsicólogo.

Aunque los cuidadores que no son familiares pueden seguir ejerciendo su labor, se encuentran con “problemas logísticos”. Navarro recordó un caso concreto de pérdida de recurso por el estado de alarma: una familia que vive en un pueblo de Madrid y que la única conexión que tiene con la ciudad es una línea de autobús que ha disminuido su frecuencia por la situación actual. “Es un problema logístico imprevisible que les impide recibir atención”, afirma.

La organización afirma que son unos de los colectivos de mayor riesgo frente al coronavirus, “tanto por estar en la franja de edad de los más afectados por el Covid-19, como por el gran riesgo que existe de quedarse desatendidos durante la pandemia”. “El 80% de estos pacientes está al cuidado de un familiar que, en la mitad de los casos, también tiene más de 65 años”, explicó Andrés Navarro.

ASISTENCIA TELEFÓNICA

Desde la Fundación Alzheimer España persiguen mantener la atención “en la medida de lo posible”. Telemáticamente se ponen en contacto con los cuidadores que lo necesiten para hacer seguimiento sobre programas integrales de ejercicios en diferentes ámbitos. El objetivo es dar una continuidad terapéutica para “ralentizar la enfermedad” y que los cuidadores “se sientan acompañados en este proceso”. “Que sepan que tienen el respaldo de una serie de profesionales”, afirma.

Durante el proceso de comunicación se ofrece apoyo psicológico “como antes” y otras pautas a través de consejos, guías o enlaces de interés. Navarro indicó que se hace para que haya una “continuidad terapéutica” pese a la situación actual y para que luego la reincorporación a la rutina sea lo más agradable posible. En este punto, recordó lo “importante” que es ralentizar la enfermedad. “De lo poquito que podemos hacer para que no vaya a más son los ejercicios. Hay que proponer que ellos lo hagan en casa”.

En las actuales condiciones de aislamiento, la vida diaria de la persona con Alzheimer y de su familiar-cuidador se vuelve mucho más compleja. Según el neuropsicólogo de la FAE, “los pacientes con Alzheimer son muy sensibles a cualquier cambio que se produzca en su rutina diaria, requiriendo además una gran cantidad de atención práctica; dos factores muy difíciles de conseguir durante estos días. Por eso, pueden volverse más ansiosos, enojados, estresados, agitados y retraídos”.

Desde que se declaró el estado de alarma en España, las asociaciones que ayudan a las familias con Alzheimer han tenido que cesar su actividad presencial, lo que significa que 200.000 familias han dejado de recibir los servicios especializados presenciales y los cuidados que ofrecen estas entidades.

Las familias que dependen de programas de cuidado de sus familiares en asociaciones especializadas o de cuidadores que les ayudan en su propio domicilio se encuentran ahora con esa responsabilidad a tiempo completo, sin ningún tiempo disponible para ellos. En esta situación, está aumentando en el cuidador “la sensación de soledad y de carga diaria, a lo que hay que sumar las dificultades con las relaciones y el comportamiento de la persona con Alzheimer”, alerta la organización en un comunicado.

La entidad recuerda que en España, una de cada seis personas mayores de 65 años (un 16,7%) y casi un tercio de los mayores de 85 años (un 27,7%) padecen Alzheimer. Es una enfermedad que padecen unas 600.000 personas en España.

SERVIMEDIA