El Hospital Gregorio Marañón desarrolla un prototipo de respirador útil en la crisis del coronavirus

El investigador del Laboratorio de Circulación Artificial del Hospital Gregorio Marañón y actual vicedecano de la Facultad de Medicina, Francisco del Cañizo, y el médico del Servicio de Anestesiología del Marañón Ignacio Fernández, han iniciado un proyecto de desarrollo de un respirador útil para el tratamiento de los pacientes que sufren insuficiencia respiratoria como consecuencia del coronavirus.

Según informó el hospital, para el desarrollo de este prototipo el Gregorio Marañón cuenta con la colaboración de la Universidad Carlos III de Madrid. ”Tras pasar todas las fases de control y garantías de seguridad para el paciente, el dispositivo podría estar en funcionamiento en un corto espacio de tiempo”, explico Francisco del Cañizo.

“Se trata de desarrollar un respirador sencillo, robusto y fácil de fabricar que cumpla las especificaciones mínimas para el tratamiento de pacientes con insuficiencia respiratoria”, para eso, según Del Cañizo, “estamos simplificando al máximo el hardware o soporte físico de este dispositivo, ya que probablemente sea el factor limitante para el desarrollo rápido y seguro”.

En lo que se refiere al software de este respirador el Gregorio Marañón cuenta con la colaboración de la Universidad Carlos III de Madrid a través de un grupo de profesionales con experiencia en el desarrollo de dispositivos, ingenieros y programadores liderado por Juan José Vaquero, anteriormente investigador del Gregorio Marañón y actual vicerrector de Investigación de la Universidad Carlos III, desde cuya oficina técnica se contribuirá también al diseño de algunas de las piezas específicas que conforman este dispositivo.

Desde este equipo colaborativo se está trabajando con gran celeridad para que el respirador pueda estar operativo lo antes posible. Para ello, antes debe pasar unas pruebas de estrés y de seguridad electromagnéticas, así como demostrar su seguridad en modelo animal a los que se les haya inducido un distrés respiratorio similar al del escenario actual.

“Con el suficiente apoyo», manifesto Del Cañizo, «el respirador podría estar listo para su prueba en animales en un plazo máximo de diez días y no habría problemas para encontrar empresas que pudieran fabricarlo, ya que las piezas que lo forman son relativamente fáciles de encontrar”.

Para que este proyecto salga adelante es necesaria la coordinación con la Agencia Española del Medicamento, que es el órgano regulador encargado de la autorización del uso del mismo. Para ello, ya se han mantenido conversaciones a nivel estatal con los grupos que se encuentran desarrollando diferentes modelos de respiradores.

Aunque este respirador se ha diseñado en el Hospital Gregorio Marañón, sus especificaciones técnicas estarán disponibles en código abierto para que puedan ser utilizadas y adaptadas a las necesidades de quien decida utilizarlo para la lucha de esta pandemia.

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