La primera reunión de la mesa de diálogo entre el Gobierno y la Generalitat se desarrolló en un clima de “normalidad y franqueza” en el que ambas partes pudieron desarrollar sus posiciones con “total libertad”, lo que llevó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a advertir a la delegación catalana liderada por Quim Torra que “no ve ninguna salida que no pase por garantizar la unidad del país”.
Esa fue la idea, según fuentes consultadas por Servimedia, que le traslado Sánchez al presidente catalán cuando éste aludió al derecho de autodeterminación que reclama la delegación independista.
El inicio de la reunión, una vez salieron de la sala Tàpies del complejo de La Moncloa los medios gráficos, fue sobre las 17 horas con una exposición por parte de cada uno de los presidentes a las que sucedieron distintas intervenciones por parte de los integrantes de la mesa.
Intervinieron todos los presentes salvo el ministro José Luis Ábalos que se tuvo que marchar a una comisión parlamentaria. Sánchez excusó al dirigente socialista y el presidente catalán le agradeció la deferencia por su asistencia, según fuentes de la reunión.
En la sala sólo estuvieron los 15 miembros de las dos delegaciones, que se redujo a 14 personas con la marcha de Ábalos. Nadie más se sumó a la conversación de unas tres horas que se interrumpió por un receso de 5 minutos.
Ahí se comenzó a hacer un “diagnóstico conjunto” sobre lo ocurrido años atrás que ha derivado en la situación actual, donde esta reunión se convierte en un “hito” en sí misma, porque era “inimaginable” hace apenas un año.
En este debate, en el que no hubo “reproches”, según fuentes gubernamentales, se habló de todo lo pasado desde la aprobación del Estatut hasta la enmienda posterior por parte del Tribunal Constitucional, derivada de la acción del Partido Popular contra la reforma estatutaria; así como a la actuación y “no acción” por parte del Ejecutivo durante el mandato de Mariano Rajoy.
Hicieron un “amplio repaso”, según fuentes consultadas, sobre la situación pasada que ha derivado en la coyuntura política actual, pero también, sobre problemas reales de los ciudadanos y que se han visto agravados por los años de “inacción” del Gobierno catalán por la crisis del independentismo.
En este contexto, desde el Ejecutivo se le deslizó que para poner en marcha iniciativas se requieren los Presupuestos Generales del Estado.
La cita, que se prolongó hasta casi tres horas, fue “mejor de lo esperado”, para ser una primera reunión por lo que destacan fuentes de la Moncloa que subrayan el “valor” de que ambas delegaciones se sentaron a hablar y, además, fijaron un calendario para sucesivos encuentros. Eso lo traducen en que ambas partes van en serio.
El transcurso de la reunión, que había sido muy trabajado previamente por PSOE y ERC, conllevó a que redactaran un comunicado conjunto que se elaboró al término de la mesa, con un lenguaje muy medido que permitía a ambas partes sentirse cómodos, elaborado por los equipos de ambas delegaciones.
De hecho, PSOE y ERC pactaron de manera concienzuda el desarrollo y el contenido de la primera reunión de la mesa de diálogo entre gobiernos para atraer a Junts a sus estrategias partidistas, que pasan por mantener en el tiempo este contacto bilateral para encauzar el conflicto político en Cataluña.
SERVIMEDIA
