Casado: “Nunca unos Presupuestos costaron tanto a una democracia”

El líder del PP, Pablo Casado, denunció este jueves que “nunca unos Presupuestos Generales del Estado costaron tanto a una democracia” y pidió la comparecencia urgente del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para que rinda cuentas sobre lo que “está negociando” en esa “mesa de despiece” que se inició ayer con la Generalitat de Cataluña.

Así lo señaló en una declaración institucional que leyó en el Escritorio del Congreso de los Diputados después de que se aprobara los objetivos de déficit y el conocido como techo de gasto, necesarios para la posterior elaboración y aprobación de las cuentas públicas.

“Nunca unos Presupuestos costaron tanto a una democracia. Nunca llegó a tanto la debilidad de un Gobierno arrodillado al chantaje y a la arbitrariedad”, censuró el líder de la oposición para, a continuación, exigir a Pedro Sánchez que comparezca “urgentemente” ante las Cortes para rendir cuentas de lo que está negociando “en esta mesa extraparlamentaria”.

El presidente de los populares también reclamó al jefe del Ejecutivo que rechace “tajantemente cualquier cesión inconstitucional” y que “se levante de la mesa de despiece de la soberanía nacional, la solidaridad interterritorial y la igualdad entre españoles”.

Casado comenzó su alocución recordando que el conjunto del pueblo español hace 42 años ratificó en referéndum la Constitución española y se marcó entonces el punto de partida del periodo “más extenso y fecundo” de convivencia democrática, prosperidad y libertades de la historia de esta nación. Incidió en que la Carta Magna consagró en el artículo 1 de su título preliminar que “la soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado”.

“Prevenidos ante la inestabilidad de los dos últimos siglos de nuestro pasado, los constituyentes establecieron la reforma agravada de la propia Constitución para proteger de simples mayorías coyunturales los principios básicos de nuestro ordenamiento constitucional”, relató Casado, para enfatizar que “la Constitución consagra el imperio de la ley y el mandato a toda institución democrática de cumplirla y hacerla cumplir sin excepciones”.

En base a ello, prosiguió Casado, “somos ciudadanos libres porque somos siervos de la ley”. Igualmente, rememoró que “los principales dirigentes de la Generalitat de Cataluña y otros líderes nacionalistas perpetraron graves actos delictivos” el 1 de octubre de 2017, cuando se “alzaron en abierta sedición contra el Estado”.

De ahí saltó al 6 de noviembre de 2019, cuatro días antes de las elecciones generales del pasado 10 de noviembre, cuando el entonces candidato a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, describió la situación de rebeldía del jefe político de Quim Torra (refiriéndose a Carles Puigdemont) y se comprometió a hacerle comparecer ante la Justicia española.

Abundó en que Sánchez entonces era el mismo candidato que había prometido “solemnemente” incorporar en el Código Penal el delito para prohibir la celebración de referendos ilegales, el de combatir el adoctrinamiento educativo, la propaganda independentista en los medios públicos y acción exterior.

“Pero todo era un engaño masivo para ganar las elecciones y poder gobernar con quienes fingía atacar en toda la campaña electoral”, le reprochó Casado, al considerar que ayer Sánchez “consumó la más grave autoenmienda que se recuerde de ningún dirigente político y se sentó en una mesa de claudicación, a espaldas de los controles de este Parlamento, a hurtadillas de los contrapesos del Estado de Derecho y cara a cara con el lugarteniente de Puigdemont”.

En este sentido, se quejó de que Torra, “condenado a penas de inhabilitación por un delito de desobediencia”, fuese ayer “agasajado” en La Moncloa, mientras exigía autodeterminación y amnistía e “insultaba a la democracia española” luciendo un lazo amarillo en la sede de la Presidencia del Gobierno.

Según el diagnóstico de Casado, la de ayer fue la primera reunión de una mesa de negociación “más propia de la firma de un armisticio entre dos jefes de Estado de países beligerantes”. Se trata, dijo, de “una negociación que Sánchez ha iniciado asumiendo todas las imposiciones antidemocráticas del independentismo que prometía combatir”.

“Sánchez ha roto irresponsablemente el consenso constitucional. Y lo ha hecho porque ningún Gobierno está legitimado para conceder estatus negociador a quien le plantea, en el orden del día de una negociación, la autodeterminación de una parte del Estado español y la ruptura de nuestra integridad territorial”, denunció el líder del PP.

Subrayó que el Gobierno de España “nunca debería tolerar una agenda con estos planteamientos”, ya que se debe a los españoles y sólo el conjunto de los españoles puede decidir sobre las cuestiones consustanciales a la soberanía nacional. “El Gobierno se arroga competencias que no tiene, en clara vulneración del espíritu constitucional, al sentarse en una mesa en la que unos dirigentes secesionistas, pretenden imponer su criterio excluyente”, se revolvió.

A su juicio, “nadie” ha votado a Sánchez “para esto”, pues se comprometió en campaña a hacer “todo lo contrario”. Por tanto, Casado adujo que “estamos ante un fraude político, un embuste legal y un desfalco de soberanía que no se puede tolerar”. En esta situación, exigió la comparecencia urgente del presidente del Gobierno en el Parlamento.

Por su parte, prometió que el PP seguirá estando “a la altura de las circunstancias” y recordó que ofreció a Sánchez “una oferta generosa y responsable para negociar pactos de Estado y, entre ellos, unos Presupuestos que realmente necesita España, si rompía con los independentistas”.

“Si Sánchez pretende aceptar cualquier exigencia independentista al margen de la Constitución y la ley a cambio del respaldo a sus Presupuestos, es decir, a cambio de su respiración asistida para sobrevivir en el poder, que lo plantee sin más dilación al conjunto del pueblo español”, demandó el presidente de los populares.

Finalmente, advirtió de que el PP “nunca aceptará hechos consumados que se extralimiten de las leyes democráticas que entre todos nos hemos dado” y erigió a su partido en “la salvaguarda de la seguridad jurídica en vigor”. “El nacionalismo tendrá que aprender a vivir en democracia o se topará, una y mil veces, con el imperio de la ley”, remachó.

SERVIMEDIA