Cermi Mujeres tilda de “barbarie” las prácticas que siguen sufriendo niñas con discapacidad y pide empoderarlas para que “sean mujeres libres”

La vicepresidenta ejecutiva de la Fundación Cermi Mujeres y comisionada de Género del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi), Ana Peláez, tildó este jueves de “barbarie” las “prácticas nocivas” que se siguen cometiendo contra niñas y adolescentes con discapacidad, al tiempo que urgió a trabajar para “empoderarlas, de modo que el día de mañana sean mujeres libres”.

En estos términos se manifestó la también vicepresidenta del Foro Europeo de la Discapacidad (EDF) durante la jornada ‘Los derechos humanos de las niñas y niños con discapacidad–30 años de la promulgación de la Convención Internacional de los Derechos del Niño’, organizada por el Cermi Estatal, con el apoyo del Ministerio de Derechos sociales y Agenda 2030, a través de los programas del IRPF, y celebrada en la sede de Fundación ONCE.

Ana Peláez denunció la mayor exposición de las niñas y mujeres con discapacidad a “prácticas nocivas”, violencia y abusos y criticó que se sigan practicando esterilizaciones forzosas o abortos coercitivos. “Nos habíamos acostumbrado a pensar que la esterilización era la forma de proteger a nuestras niñas”, declaró Peláez, quien alabó el hecho de que ya se empiece a dar visibilidad a esta cuestión de forma progresiva, porque “al no existir riesgo de embarazo, lo que sucede es que las chicas se quedan más expuestas a sufrir abusos”.

En este sentido, expuso que muchas veces, cuando una niña con discapacidad sufre abusos, “no se da crédito ni valor a su testimonio”. Para acabar con estas situaciones, instó a “conocer a fondo estas realidades” para “visibilizarlas y concienciar” a toda la sociedad y que el Estado pueda brindar la protección adecuada.

También exigió modificar el Código Penal para ilegalizar las esterilizaciones forzosas y dar la formación adecuada a los profesionales que trabajan en el ámbito de la sanidad, la justicia, la educación y la discapacidad, entre otros, para que sepan detectar y actuar ante situaciones de violencia y abusos.

ALTO CONSENSO, PERO BAJA INTENSIDAD

Previamente, en la mesa inaugural de la jornada, la directora general de Infancia, Familias y Natalidad de la Comunidad de Madrid, Ana Sastre, hizo un llamamiento para impulsar el empoderamiento de la infancia con discapacidad y que “lideren el avance hacia la igualdad de derechos”. Además, señaló que desde la Comunidad de Madrid, uno de los “retos” que se plantean es “mejorar el sistema de protección, porque lamentablemente, la discapacidad sigue siendo un factor de riesgo”.

“Yo siempre he dicho que los niños y niñas son un tema de alto consenso, pero de baja intensidad. Pero lamentablemente, la infancia con discapacidad es un tema que genera todavía más consenso, pero que tiene todavía menos intensidad”, advirtió Sastre.

Por su parte, la vicepresidenta del Cermi Estatal y presidenta de la Confederación Aspace, Manuela Muro, incidió en la importancia de seguir trabajando en la atención temprana, a pesar de los avances conseguidos en este asunto en los últimos 30 años, porque “todavía quedan 12 comunidades autónomas donde no está contemplada la metodología centrada en la familia”. “Los niños deben ser atendidos independientemente de donde residan, incluido el entorno rural”, remarcó.

Posteriormente, el catedrático de Derecho Internacional Público de la Universidad de Valencia Jorge Cardona impartió la ponencia ‘Los derechos humanos de las niñas y niños con discapacidad en los tratados de Naciones Unidas’, en la que ahondó en la evolución de los derechos humanos de la infancia con discapacidad en los tratados de Naciones Unidas. En concreto, destacó que, tanto la Convención de los Derechos del Niño como la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad permiten la misma interpretación en todo lo relativo a la evolución de las capacidades del niño, la sensibilización, la accesibilidad, entre otros.

Cardona, quien fuera experto del Comité de Naciones Unidas de los Derechos del Niño, aseguró que todos los menores tienen derecho a residir en entornos familiares. Así, aclaró que “un entorno familiar es una forma de relacionarse, no una estructura de padre y madre tradicional”.

Por último, la doctora en Derecho María José Alonso Parreño, miembro del Comité de Apoyo del CERMI para el seguimiento de la Convención de la Discapacidad, destacó en su intervención la necesidad de garantizar el derecho a la educación inclusiva, así como avanzar, entre otros asuntos pendientes en la Ley Orgánica de Protección Jurídica del Menor, en la supresión de la esterilización forzosa o en establecer unos barómetros en el reconocimiento de la discapacidad en menores.

Esta experta concluyó su intervención indicando que en ocasiones “no se llega a hacer un abordaje real de los problemas de los niños y niñas con discapacidad y de sus familias desde la administración, sino que se quedan en declaraciones de buenas intenciones”.

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