El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, interpretó este lunes que el llamado ‘pin parental’ para que los padres de los niños puedan impedir su asistencia a determinadas actividades escolares que afecten supuestamente a su conciencia pretende «normalizar la desobediencia de la derecha frente a la ley» y que «mañana será el pin fiscal para que los ricos no paguen impuestos».
A través de un mensaje de Twitter, Iglesias quiso seguir opinando en este comienzo de semana sobre la polémica que presidió el final de la anterior: este salvoconducto de los padres frente a contenidos extracurriculares sobre temas sexuales o de género que Vox exige para aprobar los presupuestos de las comunidades autónomas gobernadas por el PP donde su voto es decisivo.
La ofensiva del bloque reaccionario con el Pin Abascal no busca sólo normalizar la desobediencia de la derecha frente a la ley (mañana será el Pin fiscal para que los ricos no paguen impuestos) sino que es un ataque contra la educación pública y las familias que la necesitan
— Pablo Iglesias ? (@PabloIglesias) January 20, 2020
El presidente de los populares, Pablo Casado, se mostró este fin de semana a favor de este dispositivo, mientras que Ciudadanos ha empezado a desmarcarse de él a través de declaraciones de sus principales dirigentes.
Iglesias terció, dando un paso más en el rechazo que ya mostraron el viernes las ministras de Educación e Igualdad: Isabel Celaá, del PSOE, e Irene Montero, de Unidas Podemos: «La ofensiva del bloque reaccionario con el pin Abascal no busca sólo normalizar la desobediencia de la derecha frente a la ley (mañana será el Pin fiscal para que los ricos no paguen impuestos) sino que es un ataque contra la educación pública y las familias que la necesitan».
También abrió el lunes con un comentario al respecto el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso de los Diputados, Pablo Echenique, en un tono más sarcástico y refiriéndose también al coste que tendrán las obras para hacer accesible la tribuna de oradores del Hemiciclo. «¡Buenos días! Marcho ilusionado al trabajo. Hoy toca montar un ejército de comunistas para robarles los niños a sus propietarios (sus padres) y gastar trillones de euros en rampas, pasillos más anchos, plataformas elevadoras y demás caprichitos. ¡A por el lunes!», bromeó.
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