Un hombre de 26 años y nacionalidad alemana perdió la vida tras pasar cuatro años en coma como consecuencia de haber sido envenenado por su compañero de trabajo, quien se encuentra en la cárcel cumpliendo cadena perpetua.
Klaus O, de 57 años, fue declarado culpable en 2019 tras haber intentado asesinar a su compañero de oficina poniendo mercurio en su sandwich durante varios años. Otras dos personas sufrieron enfermedades renales graves.
Klaus fue detenido en mayo del 2018, después de que las autoridades revisaran las imágenes captadas por las videocámaras de seguridad de la oficina donde se podía ver cómo el sentenciado ponía una sustancia en la comida de su colega de trabajo durante la hora de almuerzo.
