España bate el récord histórico de muertes desde 1980

Un total de 427.721 personas murieron el año pasado en España, lo que supone un nuevo récord histórico desde 1980, y una vez más se repitió el patrón habitual de que más de la mitad de los fallecimientos se debieron a enfermedades circulatorias o tumores.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) dio a conocer este jueves los últimos datos de defunciones según la causa de muerte correspondientes a 2018. La serie estadística, a la que tuvo acceso Servimedia, comienza en 1980, que es cuando pueden hacerse valoraciones comparables por metodología.

El año pasado murieron 427.721 personas, más que nunca en cuatro décadas de registro histórico, puesto que el dato más bajo corresponde a 1982 (286.655). Además, se alcanzó una tasa bruta de mortalidad de 915,3 fallecidos por cada 100.000 habitantes (944,7 en hombres y 887,1 en mujeres), también la más alta de la serie.

El 96,3% de las defunciones se debieron a causas naturales, esto es, enfermedades, motivo por el que perdieron la vida 411.953 personas (un 0,8% más que en 2017).

PRINCIPALES CAUSAS

Como viene sucediendo ininterrumpidamente al menos durante este siglo, las enfermedades circulatorias volvieron a ser la primera causa de muerte, con un 28,3% del total, seguida de los tumores (26,4%) y las enfermedades respiratorias (12,6%).

Los tumores resultaron ser el año pasado el primer motivo de defunción en los hombres (297,8 fallecidos por cada 100.000), en tanto que las enfermedades del sistema circulatorio destacaron entre las mujeres (272,5 muertes por cada 100.000).

Por edades, ocho de cada 10 defunciones entre los menores de un año se debieron a afecciones perinatales (57,9%) y a malformaciones congénitas (22,0%).

Los tumores fueron la principal causa de muerte en los grupos de 1 a 14 años (29,2% del total) y entre 40 y 79 años (43,8%). Las causas externas ocupan el primer lugar en las personas de 15 a 39 años (41,1%) y las enfermedades circulatorias, en las de 40 a 79 años (21,9%) y los mayores de 79 (32,3%).

TIPOS DE ENFERMEDADES

Dentro de las enfermedades circulatorias, las isquémicas del corazón (infarto, angina de pecho, etc.) volvieron a ocupar el año pasado el primer lugar en el número de defunciones, por delante de las enfermedades cerebrovasculares. Por sexo, las isquémicas del corazón fueron la primera causa de muerte en los hombres y las cerebrovasculares entre las mujeres.

Los tumores responsables de mayor mortalidad volvieron a ser el cáncer de bronquios y pulmón (un 0,2% más que en 2017) y el cáncer de colon (un 1,2% menos).

Estos dos tipos de cáncer también fueron los más frecuentes entre los hombres. Entre las mujeres, destacó el de mama (un 0,7% más), por delante del de bronquios y el de pulmón.

Entre las enfermedades más frecuentes, el mayor incremento de defunciones se produjo en la demencia: un 2,4 más en hombres y un 3,3% más en mujeres.

CAUSAS EXTERNAS

Por otro lado, el año pasado hubo 15.768 fallecimientos por causas externas, 69 menos que en año anterior. Fallecieron por ello 9.893 hombres (un 0,3% menos) y 5.875 mujeres (un 0,7% menos).

El suicidio se mantuvo como la primera causa de muerte externa, con 3.539 fallecimientos (un 3,8% menos). Esta circunstancia se viene manteniendo de forma ininterrumpida durante los últimos 11 años, puesto que los accidentes de tráfico eran el principal motivo de fallecimiento externo hasta 2007.

Por detrás del suicidio se situaron las caídas accidentales (3.143 muertes, un 2,8% más) y ahogamiento, sumersión y sofocación (3.090 fallecimientos, un 0,8% menos).

Por accidente de tráfico fallecieron 1.896 personas (un 2,4% menos), entre ellas 475 peatones (un 4,6% más). Un 44,6% tenían 70 o más años.

Por sexo, la principal causa de muerte externa el año pasado en los hombres fue el suicidio (con 2.619 fallecidos) y las caídas accidentales entre las mujeres (1.450 fallecidas).

COMUNIDADES AUTÓNOMAS

Desde el punto de vista regional, las tasas brutas más elevadas de fallecidos por cada 100.000 habitantes correspondieron a Asturias (1.292,5), Castilla y León (1.215,5) y Galicia (1.201,1). Las más bajas se dieron en las ciudades autónomas de Melilla (609,7) y Ceuta (629,8), y en Baleares (697,9).

Las tasas brutas de mortalidad fueron más elevadas en los territorios envejecidos, ya que normalmente hay más defunciones por la estructura de la población por edad. Para corregir esta situación, el INE calcula las tasas de mortalidad estandarizadas que representan la mortalidad de la comunidad autónoma si todas tuvieran la misma composición por edad.

En este caso, las regiones con las tasas estandarizadas más elevadas fueron Melilla (1.009,2), Andalucía (953,6) y Ceuta (952,6), en tanto que las más bajas corresponden a la Comunidad de Madrid (689,0), Castilla y León (757,1) y Navarra (761,8).

(SERVIMEDIA)