Sonaba puntual el himno de la Euroliga y en el Wizink Center, algo desangelado en el frío anochecer madrileño, no existía el aroma a redención que quizás se esperaba. Tras la primera derrota de la temporada en la competición doméstica ante el Bilbao Basket, el Real Madrid (5-3) se presentaba en esta novena jornada de Euroliga ante su afición en búsqueda de su cuarta victoria consecutiva en Europa. El rival, el Khimki Moscú (6-2), llegaba como colíder -junto a otros cinco equipos- en un torneo que parece no tener un dominador claro.
El primer cuarto comenzó con ambos equipos acertados desde la pintura, pero con los de Laso más agresivos hacia la canasta rival. Anthony Randolph, muy entonado desde el inicio, anotó ocho de los primeros 15 puntos de su equipo. El Khimki, algo frío en los primeros compases, parecía empeñado en castigar la pintura blanca; no fue hasta el minuto seis, con un triple de Evans, cuando los rusos convirtieron más allá de la línea de 6,25. El primer cuarto acabó con ventaja para los locales (31-25) tras una excelsa puesta en escena del mencionado Randolph (13) y de Facundo Campazzo (10). Jeffery Taylor, que había comenzado el encuentro como sombra de Shved -máximo anotador de la competición- se retiró a vestuarios tras un fuerte golpe en la cara poco antes de concluir el primer acto.
Llull, Carroll, Mickey y Garuba fueron entrando para estrenarse en el partido y dar relevo a los titulares. Fue este último, el joven de Azuqueca de Henares, quien aportó la electricidad que necesitaba la defensa blanca, con dos tapones en acciones consecutivas. Carroll desempolvó su mirilla y al Madrid le empezaron a entrar todos los triples que naufragaron en Bilbao. La distancia aumentaba y Laso sentó a Randolph, máximo anotador del partido con 16 puntos, cuando la ventaja blanca ya sobrepasaba la docena. Mickey se empeñó en tomar el relevo de su compañero y firmó 11 puntos en apenas ocho minutos con un cien por cien de efectividad en el tiro que le valió la ovación de la noche. El cuadro ruso, superado en todo momento durante el segundo cuarto, se limitó a mirar cómo su rival se escapaba sin intención de mirar el retrovisor: nueve triples anotados en 13 intentos. El encuentro llegó al descanso con un abultado 65-42 para los locales.
El Khimki volvió de los vestuarios sin lavarse la cara y los de Laso lo castigaron con un parcial de 9-0 para empezar la segunda parte. La tónica del encuentro no cambió y el Madrid continuó acribillando desde el triple. Shved estiraba en los parones y Campazzo dejaba highlights en forma de asistencia. Faltaban aficionados por regresar a sus butacas y los blancos ya aventajaban en 37 puntos al cuadro de Kurtinaitis.
Thompkins, inédito hasta el encuentro liguero en Miribilla, cerró el tercer acto con un triple que la afición madridista celebró con un énfasis que el resultado no exigía (92-56). El estadounidense, encargado del último tiro en la derrota en Bilbao, se golpeó el pecho con rabia y miró al cielo agradeciendo solo él sabe a quién tras convertir su primera canasta en cinco intentos.
Pareció gustarle al de Georgia recordar el dulce sabor de la anotación y rememoró, al poco de comenzar el último cuarto, su movimiento patentado: ese tiro tras reverso cayendo hacia atrás que acaba entrando llovido a canasta sin tan siquiera rozar el aro. Un movimiento que ahora llaman fade away y que tan solo logró convertir en rutina un rubito alemán que dicen que jugaba por Dallas.
El último cuarto se consumó sin nada en juego y con parte de la afición local ahorrándose el atasco de vuelta a casa. El Real Madrid, en su versión más coral, se impuso de principio a fin y se llevó la victoria de forma contundente (104-76) ante un Khimki al que ahora iguala en la clasificación (6-3). Con esta victoria, los de Laso continúan invictos en el Wizink Center esta temporada, donde ya han caído tres colíderes en esta edición de la Euroliga: Maccabi, Barcelona y Khimki.
El técnico visitante, Rimas Kurtinaitis, no obvió la evidencia y reconoció la superioridad del Real Madrid en sala de prensa. “Han sido mejores de principio a fin, con una excelente energía y buenas acciones en defensa”. Por su parte, Pablo Laso ensalzó el trabajo de sus jugadores y destacó la solidez defensiva del equipo, destacando la figura de Sergio Llull, que “frenó a Shved por completo en defensa”. Asimismo, el técnico vitoriano informó que Jeffery Taylor parece tener la nariz rota y quedará pendiente de evolución. Sin tiempo para pensar en un descanso, el Real Madrid ya piensa en el difícil partido del próximo viernes ante otro de los cocos de la Euroliga: el CSKA Moscú.
FICHA TÉCNICA:
REAL MADRID (104): Randolph (19), Fernández (3), Campazzo (15), Laprovittola, Deck (9), Garuba, Carroll (13), Tavares (15), Llull (6), Mickey (13), Thompkins (9), Taylor (2).
Entrenador: Pablo Laso
KHIMKI (76): Shved (12), Kramer (14), Booker (7), Karasev, Zaytsev (6), Jerebko (4), Monia (3), Gill (12), Jovic (5), Valiev, Evans (10), Bertans (3).
Entrenador: Rimas Kurtinaitis
Árbitros: Sasa Puki, Milos Koljensic y Amit Balak.