Ramboline, Lara, Djunga y Jenny son los nombres de los cuatro elefantes que todavía eran propiedad del único circo en Dinamarca que contaba con paquidermos.
El Gobierno decidió comprarlos por más de un millón de euros para cuidarlos, alejarlos de la rutina circense y darles una jubilación digna. Junto a los elefantes, Dinamarca también compró un camello llamado Ali, que era el mejor amigo de los paquidermos.
La historia bien podría ser el argumento de una película de Disney. Sin embargo, la primera ministra Danesa tuvo que acudir al Parlamento para dar explicaciones y, como se veía venir, no pudo contener la risa a la hora de intervenir.
Un ataque de risa que se contagió al resto de presentes en la cámara legislativa.
