Tortilla con moho o fruta podrida: los militares denuncian ante Chicote la comida de los cuarteles

Chicote ha denunciado en su programa «¿Te lo vas a comer?» la alimentación que reciben los militares del Ejército en España. Tras recorrer varios acuartelamientos, el cocinero ha compartido las quejas de distintos efectivos que han pedido mantenerse en el anonimato para evitar ser acusados de «traición».

Entre los militares que hablaron al programa de ‘‘laSexta‘, se escucharon voces que aseguraban que se «pone en riesgo su salud», y que «la comida del cuartel es incomible. Nos dan mucha fritanga, no sabes qué pescado te ponen y cuando te quejas te dicen que no estás en un restaurante».

Pero el exceso de fritos no es el único problema de los menús que se les ofrece a los militares. Aseguran que han llegado a comer tortilla de patatas con moho de tres días en la nevera; comida «gusanada», fruta podrida… Además, apuntan que las cantidades que les sirven son mínimas para afrontar jornadas de seis horas con alto desgaste físico.

En cuanto a la posibilidad de presentar una queja, ni lo contemplan por considerar que «se pierde por el camino» y no llega a las altas esferas.

Entre los testimonios que recogió Chicote fue el de un soldado que denunciaba que cuando se van de maniobras les dan muy poca comida y, a veces, caducada: «Hay desmayos, al cuerpo le faltan nutrientes que no le estamos dando».

Tras hacer un recopilatorio de las quejas, Chicote lograba una entrevista con el coronel Manso, uno de los altos mandos del Ejército de Tierra en el ámbito de la alimentación, ante el que denunció la falta de equilibrio nutricional en los menús que se sirven, y averiguó que los militares pagan dos euros por menú, subvencionado por Defensa.

Chicote sumaba a las quejas expuestas los datos que se desprendían de una encuesta de la organización ‘AUME’ (Asociación Unificada de Militares españoles), que constatan un  descontento generalizado con la comida. Sin embargo, el coronel aseguró que los datos que le presentaba el cocinero no eran los mismos que los suyos y aseguraba que «3,7 de cada 5 militares comen en el cuartel».

En respuesta  a las críticas presentadas, el oficial apuntaba que lo que tienen que hacer los militares es elevar las quejas a sus superiores; y en cuanto a las cantidades que se ofrecen para maniobras, comentaba desde su experiencia personal, que a lo largo de su carrera nunca había visto bolsas con tan poca comida como la que le habían presentado.