Atlético de Madrid y Real Sociedad afrontaban la final de la Copa de la Reina en el Nuevo Estadio de Los Cármenes (Granada) con la intención de alzarse con el entorchado. Las colchoneras buscaban el doblete tras la consecución la pasada semana de la Liga Iberdrola, precisamente en el fortín de las donostiarras, mientras que el cuadro vasco quería hacer historia con el primer título de su sección femenina.
La contienda arrancó con un abrumador dominio del esférico por parte de las pupilas de José Luis Sánchez Vera, ya que el plantel txuri-urdin era incapaz de arrebatar el cuero a las Ludmila, Jenni Hermoso, Esther, Ángela Sosa, Amanda Sampedro y compañía. Una incursión por el flanco diestro del ataque rojiblanco iba a provocar el primer tanto de la noche en el sur de nuestro país, ya que un centro medido de Kenti iba a ser ejecutado a la perfección por Esther para perforar el fondo de las mallas de la meta custodiada por Quiñones.
No obstante, la Real no se vino abajo en ningún momento, por lo que se puso manos a la obra con la finalidad de devolver la paridad al electrónico lo antes posible. Corría el minuto 18 (dos más tarde de la diana del Atleti) cuando Palacios, con un disparo que, en principio, no entrañaba demasiado peligro para los dominios de Lola Gallardo, se benefició del fallo de la cancerbera rojiblanca para que la pelota se colara por debajo de sus piernas. Esta acción supuso el 1-1 con el que se llegaría al entreacto.
De hecho, antes del descanso, y fruto de los nervios y la tensión del momento, Lola estuvo a punto de servir en bandeja de plata el balón a una contrincante, pero supo reaccionar a tiempo para impedir que las jugadoras dirigidas por Gonzalo Arconada tomaron ventaja en el choque. Las tricampeonas del campeonato doméstico en España pretendían recuperar el control del envite a través del manejo del esférico, pero la Real Sociedad parecía haber dado con la tecla para desarmar a las colchoneras.
Tanto fue así que a la hora de partido, es decir, en el minuto 15 del segundo acto, una internada por el perfil diestro de la parcela ofensiva blanquiazul lo desvió lo justo Baños para que llegara a las botas de Nahikari, la futbolista más talentosa del cuadro donostiarra, quien hizo alarde de su tremenda sangre fría para superar a Lola. El 1-2 en el marcador era una cruda realidad para el equipo rojiblanco, al tiempo que las vascas comenzaban a soñar con la posibilidad de cantar el alirón en Granada.
La gran protagonista del encuentro a partir de ese preciso instante fue la arquera de la Real Sociedad. Quiñones demostró su capacidad para detener las diferentes acometidas de las rojiblancas con un notable repertorio de paradas, estando asimismo aliada con la madera cuando era incapaz de llegar por sus propios medios a evitar el tanto del Atleti. Jenni, Ludmila, Amanda y Ángela hicieron lo indecible para sobrepasar el muro txuri-urdin, pero era casi infranqueable por el férreo sistema defensivo de las de Arconada.
El cronómetro corría en contra de los intereses de la escuadra comandada por Sánchez Vera, aunque la colegiada añadió cinco minutos al tiempo reglamentario, lo que otorgó el definitivo clavo ardiendo al que se aferraría el Atlético de Madrid para forzar la prórroga. No obstante, sus esfuerzos fueron en vano, dado que la Real Sociedad aguantó estoicamente el 1-2 para impedir el doblete rojiblanco y pasar a los anales de la historia del club donostiarra con esta meritoria Copa de la Reina, todo ello bajo la atenta mirada de su alteza consorte, doña Letizia Ortiz.
