El delincuente medio en España se caracteriza por sus dotes de observación y preparación previa, asaltando de manera sosegada, sin la presencia del propietario y evitando la violencia contra las personas, según un estudio de la compañía Techco Security con los datos del ‘Balance de Criminalidad 2018’ el Ministerio del Interior.
PLos daños que se producen en estos robos son materiales y se centran en la violencia contra las propias instalaciones, como al forzar la puerta o la cerradura, abrir la caja registradora de los comercios o romper escaparates.
Para la ejecución de estos delitos los ladrones requieren una fase preliminar de estudio y planificación para evitar los sistemas de seguridad y cómo sortearlos para impedir la señal de alarma. Este tipo de actos delictivos suele producirse cuando el establecimiento está cerrado, habitualmente por la noche, concretamente de medianoche a las cuatro de la madrugada.
De igual manera, los asaltantes prefieren consumar el delito durante los días festivos. La mitad de los delitos suelen concentrarse en fin de semana, cuando los negocios están cerrados y/o hay menos afluencia de ciudadanos en las calles, especialmente en las zonas residenciales.
ATRACOS VIOLENTOS
No obstante, los atracos se caracterizan por su violencia cuando se produce amenaza a las personas físicas que se encuentren en un establecimiento comercial, en la calle o en una casa particular. Estos delincuentes suelen preferir delinquir en horario de apertura al público, cuando el sistema de alarmas está desconectado, a excepción de los pulsadores y de otros equipos de activación voluntario.
En estos casos, los delitos no requieren tanta planificación y se caracterizan por la rapidez de su ejecución. El objetivo suele ser dinero en metálico, y los atracadores destacan por su carácter violento, ser reincidentes en delitos menores y tener un perfil de delincuente común.
El horario de afluencia a los comercios es lo que determina la hora en la que se produce el delito. El estudio constata que los atracadores prefieren delinquir en los picos de afluencia de público, de 10 a 16 horas y de 19 a 21 horas para obtener mayor botín.
Por último, los ladrones que realizan hurtos suelen moverse “por necesidad o por capricho”. Suelen sustraer, sin violencia contra las personas ni contra los establecimientos, los bienes de un comercio sin que nadie lo perciba.
En 2018, las fuentes del Ministerio registraron 152.602 hurtos (sustracción de dinero u objetos sin violencia o intimidación) frente a los 33.821 robos o atracos, donde ya interviene la fuerza y, en la mayoría de los casos, daños físicos y materiales.
Aunque la mayoría de estos asaltos se produjeron en domicilios, el informe constata que los negocios igualmente centran la atención de los delincuentes, especialmente las pymes y locales comerciales, responsables del 21% de los ataques, seguidos de las gasolineras (19%) y los bancos (11,3%).
El balance del Ministerio de Interior también refleja que los coches siguen siendo objetivo de los delincuentes. A pesar de la caída en más de un 18%, en 2018, las sustracciones de vehículos ascendieron a 8.712, según el Ministerio, representando el 21% de los actos delictivos.
(SERVIMEDIA)