El Ejército de Tierra español prevé extender el uso de exoesqueletos en apoyo de sus militares, además de los avances de inteligencia artificial y realidad aumentada para mejorar la “conciencia situacional” mediante robots y sistemas autónomos que acompañen a su personal en 2035.
Según informó el Ejército, estas son algunas de las novedades que tiene previsto incorporar de cara al horizonte del año 2035 junto con convoyes logísticos sin tripulación o máquinas de Ingenieros que trabajan autónomamente.
En el área de Apoyo Logístico, contará con vehículos de conducción autónoma y sistemas aéreos no tripulados para el abastecimiento y suministro a unidades de primera línea. También dispondrá de robots de gestión de almacenes para procesos automatizados y de sistemas autónomos terrestres para evacuar a heridos y aplicar técnicas de telemedicina.
En lo referido al área de Inteligencia, el Ejército estará dotado de vehículos y aeronaves autónomos con sensores del campo de batalla de todo tipo, especialmente habilitados para la obtención de información y de ataque puntual.
En este sentido, próximamente desplegará en zonas de operaciones el ‘Orbiter 3’, un sistema aéreo pilotado de forma remota, de tipo ‘small’, con un peso de 30 kilos y un radio de acción superior a los 100 kilómetros.
En el ámbito de Mando y Control, el Ejército dispondrá de sistemas autónomos de “reencaminamiento de tráfico por redes múltiples”, diseñados para el apoyo a la toma de decisiones con inteligencia artificial de generaciones avanzadas, sistemas de análisis de ‘big data’ en los diferentes puestos de mando para agilizar su procesos y sistemas de reconfiguración en ambientes saturados utilizando inteligencia artificial.
A su vez, contará con sistemas autónomos de guerra electrónica contra aviones no tripulados, sistemas autónomos generadores de ‘jamming’ (interferencias intencionadas), basados en algoritmos de inteligencia artificial, sistemas de análisis avanzados de redes mediante técnicas de ‘battle mapping’ que permiten el análisis en tiempo real del estado del campo de batalla señalando objetivos y acciones de guerra electrónica e inteligencia artificial para acciones de supresión de defensas y acciones de ataque.
Por último, en el área de Protección se prevé el uso extendido de exoesqueletos en apoyo al combatiente a pie, además de avances en inteligencia artificial y realidad aumentada para mejorar la “conciencia situacional” mediante robots y sistemas autónomos que acompañen al militar.
Estos exoesqueletos, según el Ejército, “permiten disminuir no solo la carga física del combatiente, sino también su carga cognitiva gracias al uso de sensores”.
(SERVIMEDIA)