A partir de ahora la Guardia Civil investigará las llamadas registradas en los móviles de los conductores implicados en accidentes de tráfico. El fiscal del Tribunal Supremo y coordinador de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, ha trasladado esta orden a las distintas jefaturas de Tráfico.
Según ha publicado ‘El País’, con esta novedosa medida se persigue acabar con la impunidad de aquellos que haciendo caso omiso a las normas utilizan el dispositivo móvil mientras van al volante poniendo en riesgo la seguridad de los demás.
El registro de las llamadas de los móviles se llevará a cabo, previa autorización judicial y nunca ‘in situ’, y se ampara en una reciente circular emitida por la Fiscalía General del Estado, la número 2/2019.
El protocolo se activará cuando los agentes sospechen que el conductor podría haber estado distraído por usar de forma indebida el móvil y soliciten que se investigue en el auto que remitan al juez, que será quien inste a la compañía telefónica a ofrecer la información del usuario en los momentos previos al siniestro, nunca antes.
Según las fuentes del Instituto Armado citadas, «si el siniestro fue, por ejemplo, a las 13.00 y luego vemos que su móvil tiene registrada una llamada a esa misma hora, o que se interrumpió en ese momento, es un indicio claro de que pudo distraerse mientras usaba el móvil». Esa distracción se enmarcaría a efectos penales, como imprudencia grave.
Más allá del análisis de las llamadas, se tendrán en cuenta las alegaciones del implicado, dado que siempre cabe la posibilidad de que se haya realizado a través del manos libres del vehículo, con el Bluetooth, práctica legal. En último lugar, serán los agentes policiales quienes, a la vista de los hechos y de la gravedad del siniestro decidan si debe o no pedirse al juez el análisis de las llamadas del responsable del siniestro.
