El fuerte olor de 28 kilos de hachís en un coche delata un sofisticado escondite

El fuerte olor de 28 kilogramos de hachís ha delatado en La Línea (Cádiz) a un hombre que escondía esta droga en el coche mediante un sofisticado sistema, que incluía apertura hidráulica y controladores electrónicos.

Según informó este martes la Policía Nacional, el conductor, de 38 años, fue interceptado cuando se dirigía desde La Línea hasta la costa levantina, que se supone era el destino del estupefaciente.

El conductor viajaba en un vehículo cuyo interior había sido modificado para instalar un sistema de ocultación que permitiera transportar droga oculta en su interior, lo que permitió finalmente localizar 28 kilogramos de hachís.

La investigación comenzó cuando los agentes tuvieron conocimiento de la existencia de un vehículo ‘caleteado’ que transportaba hachís desde La Línea hasta una ciudad indeterminada de la Comunidad Valenciana. El pasado viernes, los policías detectaron un vehículo sospechoso que circulaba adoptando diversas medidas de seguridad para posteriormente incorporarse a la carretera del Higuerón dirección Málaga.

INTENTO DE HUIDA

Los agentes realizaron un seguimiento discreto del vehículo, al mismo tiempo que solicitaron colaboración de otros indicativos cercanos al lugar con el fin de seguir controlando los movimientos del mismo. A la altura de la carretera N-340 en sentido Málaga, los agentes continuaron observando las medidas de seguridad adoptadas por el ocupante del turismo, haciéndose estas cada vez más ostensibles.

Los policías le dieron el alto, utilizando los distintivos acústicos y luminosos de los vehículos policiales, momento en el que el conductor del turismo hizo caso omiso y aceleró bruscamente, siendo finalmente interceptado.

El conductor fue identificado por los agentes, quienes detectaron un fuerte olor a hachís. Los policíaas procedieron a la inspección del turismo, encontrando ocultos en el vehículo varios paquetes de color blanco que contenían un total de 28 kilos de hachís. El vehículo disponía de sofisticados sistemas mecánicos y electrónicos de ocultación que hacían prácticamente indetectable la existencia de las sustancias estupefacientes.

(SERVIMEDIA)