¿Cómo elegir el mejor colchón en el mercado?

Comprar un buen colchón es más importante de lo que se considera en muchas ocasiones. Una excelente elección permitirá dormir de forma placentera durante toda la noche, sin causar incomodidades.

 

Existen diversos tipos de colchones de acuerdo a sus características como el grosor, calidad, tamaño y materiales. Al momento de elegir un colchón, no siempre el más caro será el más apropiado para cada persona. Es por ello, que se deben evaluar ciertas opciones y seguir algunas indicaciones para comprar el colchón adecuado según los requerimientos individuales.

¿Qué particularidades debe tener un colchón? Lo más importante es que proporcione confort, que cuente con la firmeza apropiada, una temperatura adecuada al contacto y que tenga un soporte equilibrado de los puntos de presión.

Tipos de colchones en el mercado actual

  • El colchón de muelle es especialmente diseñado para las personas que requieren una mayor firmeza al dormir. Por lo general es uno de los que se utiliza y compra más. El nivel de firmeza es determinado por el grosor del alambre usado y por la cantidad de muelles que emplee.

Es conveniente que venga con más muelles o refuerzo para el área lumbar, para que brinde mayor firmeza y no termine hundiéndose. Estos colchones no retienen la humedad ni malos olores, lo que puede ser un problema con algunos.

  • Los colchones de gel son fabricados especialmente para aquellos que tienen cambios bruscos y extremos de temperatura, tanto en el día como en la noche. Su composición en gel en la parte interna del colchón brinda la sensación de frescura. Además de permitir una mayor relajación, por su gran comodidad a la hora de dormir. Ayuda a disminuir el dolor en áreas como la espalda, los hombros, las caderas y las extremidades, mejorando la circulación sanguínea.
  • El colchón viscoelástico tiene un sencillo ajuste a la columna vertebral, lo que permite un mejor descanso al relajar los puntos de presión y el cerebro. Viene con células que se ajustan a la temperatura. Fue diseñado por la NASA para sus astronautas, intentando aliviar al dormir la presión del cuerpo. Luego la técnica se adaptó para uso doméstico.

Estos colchones son hipoalergénicos, fáciles de limpiar y no producen movimientos al otro lado del colchón, ayudando a las parejas a descansar mejor, sin interrumpir el sueño del otro.

  • Los colchones de espuma tienen gran estabilidad, firmeza y comodidad. Están hechos con un proceso de inyección de aire comprimido para producir burbujas en la espuma. Poseen una fácil adaptación de tamaños y formas, se mueven con gran facilidad y pueden colocarse en casi todas las superficies. Con el tiempo puede perder firmeza y se mancha más rápido.
  • El colchón de lana es más común en zonas rurales o como una alternativa ecológica y cálida. Son resistentes y mullidos, pero se deben moldear cada cierto tiempo, ya que se acumula el relleno en ciertas zonas.
  • El colchón de látex es uno de los más costosos y por lo tanto uno de los menos comprados, pero trae muchos beneficios que se deben considerar al momento de elegir un colchón. Viene en látex sintético y natural. El primero posee mayor durabilidad y firmeza. El natural ofrece mucho confort y elasticidad, sin tener deformaciones.

Con ellos se pueden eliminar puntos de presión, impiden brotes alérgicos, controlan cambios de temperaturas, disminuyen la humedad y alejan el polvo, los ácaros, las bacterias y los bichos.

  • El futón es muy delgado, económico e ideal para casas pequeñas. Es un diseño de cama japonesa. Son muy manejables, pudiendo almacenarlos con facilidad en cualquier armario, pero resultan duros al ser de tan solo unos 5 centímetros.
  • Los colchones de agua permiten al cuerpo tener una buena posición y relajarse. Este se adapta perfectamente al cuerpo, ofreciendo la sensación de estar flotando y no de estar acostado. Son recomendados por especialistas para tratar dolores musculares, como de cuello y espalda. La temperatura puede ajustarse por medio de un termostato, para disminuir o aumentar según las preferencias.
  • Los colchones inflables son una gran alternativa para llevar a un viaje o para tener en el hogar para visitas, ya que pueden ser almacenados fácilmente. Están siendo usados también en casas pequeñas intentando ocupar menos espacio, pero se debe tener presente que tienen una vida corta y deben ser inflados frecuentemente.  

¿Qué tener en cuenta al momento de elegir un colchón?

Uno de los aspectos primordiales es la edad, debido a que la morfología se altera con los años, así que dependiendo de este punto los requerimientos pueden variar. También se deben tener presente las características físicas de la persona, para un peso mayor se recomiendan colchones más firmes, que no se deformen con rapidez, que puedan sostener la espalda en una apropiada posición y que apoyen bien la estructura del cuerpo, para lograr un mejor descanso.

Las personas de menos peso deben buscar colchones que se adapten mejor al cuerpo, que no sean tan firmes, que puedan dividir la presión y que se amolden sin dificultad. Lo ideal es que, además mida 10 centímetros más que la persona, para que los pies no salgan de la cama.

Cuando el colchón es para dos personas, se deben tomar en cuenta las características de ambos. Es recomendable emplear colchones con lechos independientes, para que el movimiento de uno no afecte al otro. También para los que tienen grandes diferencias morfológicas se pueden evaluar colchones personalizados en cada área.  

Un aspecto fundamental son las dolencias y enfermedades de cada persona. Se debe tener presente si se tiene alergias, dolores de espalda, problemas con la temperatura o si se tiene trastornos de sueño, para que el colchón elegido sea el apropiado. También se debe considerar la ropa de cama y las fundas, para completar las opciones que permitan un buen descanso.

Consejos al comprar un colchón

Se recomienda probar y evaluar las opciones y las sensaciones que da. En camas matrimoniales se aconseja que tengan un ancho de unos 150 centímetros o más, para que cada persona tenga su espacio y pueda descansar.

Los colchones poseen una vida útil de 10 años. Luego de ese tiempo el producto va perdiendo sus cualidades de higiene y firmeza, lo que puede influir en los dolores musculares y cansancio.

También es recomendable dar vuelta al colchón de forma trimestral, colocar una funda lavable de protección entre el colchón y la sábana y usar un sobre colchón para mayor confort.