El Guardia Civil que detuvo a Joan Ignasi: “Los Mossos actuaron muy bien. Se la jugaron”

El cabo primero de la Guardia Civil que participó en la detención Joan Ignasi Sánchez, asesor del gabinete de la exconsejera de Gobernación Meritxell Borràs, y en el registro de su domicilio, explicó este miérecoles en el juicio del ‘procés’ que al poco de llegar a la casa se comenzaron a concentrar manifestantes con una “crispación exagerada” y que sólo gracias a la intervención de los Mossos d´Esquadra pudieron salir: “Actuaron muy bien. Se la jugaron”.

El cabo explicó que al llegar a la casa de Ignasi, éste se mostró muy nervioso. Tenía un hijo pequeño que tenía que ir al colegio y la comitiva judicial le dijo que no se preocupara que todo se haría tranquilamente y con discreción. En el registro se encontró diverso material informático y documentación.

La vivienda se encuentra en Sabadell (Barcelona). Allí, desde primera hora se empezaron a concentrar manifestantes y pese a que el registro terminó a las 9.30, la comitiva no pudo salir hasta tres horas más tarde. «Se complicó la cosa exponencialmente. Me dijeron que lo íbamos a tener muy complicado porque se iba a liar”, aseguró. En ese momento, contactó con su superior y le envió una fotografía de la calle tomada desde la casa de Ignasi:”Me dijo que no se me ocurriera bajar y que ya había problemas en Barcelona”.

Según lo que veía desde las ventanas de la vivienda que estaban registrando, «la crispación era exagerada». Se concentraron varios centenares de personas que con las manos en alto “decían que eran gente de paz, pero empujaban y daban patadas».

Ante la imposibilidad de salir del edificio, avisaron a los Mossos que llegaron a bordo de “cuatro coches de GRS» con 15 agentes que “no podían con ellos”. “Hubo un momento en que ocho mossos se metieron entre la gente (para intentar hacer un pasillo) y les sacudieron. Les zarandearon, les dieron patadas, puñetazos… les hicieron de todo. Estaban impidiendo la actuación policial ordenada por un juez», rememoró el agente.

Con un punto de ironía el cabo de la Guardia Civil explicó que «cuando llegaron los Mossos les dijeron: ‘Vosotros sois nuestra policía’. Pero cuando actuaron ya no era su policía». Preguntado por si la manifestación fue espontanea, el testigo se mostró seguro: «Le puedo asegurar que por generación espontánea no estaban allí, aquello fue una llamada concertada seguro».

La comitiva llevaba tres horas sin poder salir y decidieron quitarse los chalecos que les identificaban como guardias civiles y esconderse en el garaje para evitar el portal. Eran cuatro agentes, el letrado de justicia, Joan Ignasi y su mujer.

«Todavía me da, en fin… nos quitamos los chalecos para que no nos vieran, abrí la puerta del garaje y nos escondimos en el garaje, aquello fue dantesco… El detenido, los cuatro guardias, las evidencias legales, la letrada de la administración de justicia, todos allí”. Los Mossos bloquearon con dos furgones el acceso a la rampa del parquin. “Nos dijeron: salir corriendo, que os comen. Salimos corriendo, nos metimos en un Focus camuflado. Los mossos actuaron muy bien, se la jugaron, cortaron las vías con furgonetas y contuvieron a la masa», relató el testigo.

A preguntas del abogado de Jordi Cuixart, el cabo de la Guardia Civil aseguro que «al detenido, si no le evacuamos, la multitud le pega. El que no le conoce, le pega de cómo estaban los ánimos».