Polémica decisión del Supremo: permite a los acusados llevar el lazo amarillo como símbolo ideológico

El presidente del tribunal que juzga a los líderes del 1-O, Manuel Marchena, ha comunicado en la segunda sesión del juicio la decisión de “no poner ningún obstáculo” a los acusados para que puedan llevar durante el juicio el lazo amarillo con el que los independentistas reclaman su libertad.

El abogado de Vox, Pedro Fernández, que ejerce la acusación popular, solicitó al inicio de su intervención “que la sala fije criterio sobre el uso de símbolos, como lazos amarillos, que llevan algunos de los acusados”. Se trataba en concreto del que fuera presidente de ANC, Jordi Sànchez, que desde ayer portaba en la solapa ese símbolo.

Fernández se quejó al tribunal de la “carga política indudable” que conlleva ese lazo amarillo y reclamó respeto a la justicia y fijación de criterio por parte de la sala, a lo que Marchena respondió con una larga exposición relativa a la doctrina del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).

«El criterio es evidente por el tratamiento normativo y jurisprudencial de símbolos. El estatuto general de la Abogacía establece que los abogados comparecerán vistiendo toga sin distintivo de ninguna clase salvo el colegial. La sala no tiene ninguna queja sobre la uniformidad. Y en cuanto a la posibilidad de que lo usen los acusados, puede ser susceptible de muchos enfoques; el Supremo hace suya la doctrina de Estrasburgo, con dos precedentes de Bosnia y Bélgica, que fueron condenados por no dejar usar símbolos religiosos”, explicó Marchena, quien concluyó que “la sala quiere interpretar que es un símbolo ideológico y no va a impedirlo».