Martin Scorsese: El viejo maestro recupera sus actores fetiche en ‘Los Asesinos de la Luna’

‘Los Asesinos de la Luna’ sólo necesitaba cuatro palabras para ser uno de los estrenos más atractivos del año: «Dirigida por Martin Scorsese». La película, de la que sabemos que dura 3 horas y que adapta el libro del mismo título sobre los asesinatos a miembros de la tribu Osage que terminaron siendo claves en la fundación del FBI, cuenta además con dos figuras clave en la carrera del director: Robert De Niro y Leonardo DiCaprio. Dos protagonistas que terminan partiendo su carrera en dos casi sin querer.

El primero, una de las figuras que popularizó «el método» de actuación en Hollywood lo acompañó en el inicio de su carrera con cintas como ‘Malas Calles’ de 1973, ‘Taxi Driver’ de 1976 y ‘Toro Salvaje’ de 1980. Son las cintas que convirtieron a Scorsese en una de las figuras clave del «nuevo Hollywood» por su dedicación a la estética, su estilo propio y su disposición a mostrar la violencia. De Niro volvería a ser clave para el director en su resurrección popular en los 90 siendo uno de los protagonistas de ‘Uno de los nuestros’ de 1990,’Cabo del miedo’ de 1991 y ‘Casino’ de 1995. 

De Niro En ‘Malas Calles’

De hecho, las carreras de ambos son casi simbióticas. En total suman 9 colaboraciones incluyendo el nuevo estreno y se han enfrentado al caos de la juventud y a la nostalgia de la vejez juntos, tanto en las películas como en la vida real. Es uno de los dúos más importantes de la historia del cine, por lo que es sorprendente que Scorsese haya encontrado otro actor tan importante para su carrera. 

A estas alturas Scorsese no es el niño rebelde del «nuevo Hollywood»

Leonardo DiCaprio trabajó por primera vez con el director en ‘Pandillas de Nueva York’ del 2002 y desde entonces ha sido su colaborador más habitual. Con ‘Asesinos de la luna’ acumulan 6 colaboraciones e incluye quizás los mejores trabajos del protagonista de ‘Titanic’. Juntos son responsables de varios clásicos modernos incluyendo ‘El Aviador’ de 2004, ‘Los infiltrados’ de 2006 y ‘El Lobo de Wall Street’ de 2013. Si bien el Oscar de DiCaprio llegó por una colaboración por Iñarritú es a Scorsese a quien le debe haberse quitado el mote de «niño bonito».

Ver que se junten finalmente en una película, sin embargo, no deja de recordarnos que estamos ante el crepúsculo de la carrera del director. A estas alturas no es el niño rebelde del «nuevo Hollywood» que hacía las películas centradas en papeles de gangsters violentas con la bendición de los grandes estudios, sino un viejo maestro consagrado, y hay algo de simbólico que los dos actores que marcaron esa transformación se junten en una sola cinta.

EL FBI EN EL CENTRO DEL LENTE DE SCORSESE

Es llamativo ver a un director acostumbrado al cine de gangsters saltar a estudiar el otro lado de la ley, aunque tampoco es raro que Scorsese quiera romper esa fórmula. La investigación de los asesinatos cambió la forma en que la ley se organiza en Estados Unidos, le dio fama a figuras como J. Edgar Hoover quien fue el primer y más longevo director del FBI.

No obstante, según el director, y los críticos que han podido ver la cinta en el reciente festival de Venecia, el largometraje, más que una historia de detectives a la vieja usanza, es un western, un género que siempre ha influenciado a su director pero que no había tratado directamente. Tiene sentido, la cinta retrotrae a los años 20, el momento en que se establece definitivamente Estados Unidos moderno y, por tanto, una época llamativa para una película de «vaqueros» enclave crepuscular. 

LA APUESTA DE APPLE Y PARAMOUNT PARA EL OSCAR

La otra sorpresa de la cinta es que para hacerla Scorsese ha recurrido a Apple, que a través de su servicio de streaming fueron los únicos dispuestos a financiar la película. Dado que los estudios son cada vez más cautelosos con el cine de autor, y que este autor en particular suele solicitar presupuestos bastante altos -‘Los Asesinos de la Luna’ costó 200 millones de dólares-, tiene sentido que haya nervios para colaborar con él. Al mismo tiempo no deja de ser una lástima que un cineasta de esta categoría tenga que sufrir para encontrar financiación.

De cualquier modo es una buena apuesta del estudio y de la distribuidora para intentar llevarse la estatuilla dorada. El director tiene la edad suficiente para que los votantes de la academia se planteen en cada estreno si esta será su última película y visto el resultado de ‘Coda’ es evidente que Apple es mejor en las campañas de premios que Netflix.