El Pare Manel, cura heterodoxo entregado a los barrios marginales

El sacerdote Manel Pousa Engroñat, conocido como Pare Manel, ha destacado por su trabajo incansable a favor de las personas en situación marginal en barrios barceloneses, un sacerdocio heterodoxo y su activismo político a favor de la independencia de Cataluña.

Hijo de barceloneses, nació en Granada el 19 de mayo de 1945 y fue ordenado sacerdote el 1975 en Barcelona, donde centró en los barrios de Verdum, Roquetes y la Trinitat gran parte de su tarea social, que se extendió también a las prisiones y lo llevó a dirigir un ‘esplaiparroquial.

En 2004 creó la Fundació Pare Manel para trabajar con personas vulnerables y también organizó anualmente la tradicional gala solidaria ‘Guanya’t el cel amb el Pare Manel’, una colecta que se empezó a gestar en 1997 y que recauda fondos para la acción social de la entidad.

La fundación y la gala crecieron con el apoyo de artistas como Joan Manuel Serrat, Pepe Rubianes, Tortell Poltrona, Sergi López, Miguel Ríos, Joan-Lluís Bozzo y Tricicle, el exfutbolista José Mari Bakero, así como su amigo de infancia Carles Flavià, ‘showman’ y antiguo sacerdote ya fallecido.

Su trabajo cuenta con reconocimientos institucionales como la Creu de Sant Jordi de la Generalitat, la Medalla d’Honor de la Ciutat de Barcelona –ambos en 2009– y el Premio al Civismo y Ciudadanía y Virtud Civil de la Generalitat (2016), junto a galardones sociales como el Premi Amics de la Gent Gran 2016, con el que la entidad reconoció su «contribución social incansable».

CANDIDATURA DE JxSÍ

Participó también en el ámbito político, sumándose a la candidatura de JxSí en las elecciones autonómicas de 2015, como cuarto suplente en la lista por Barcelona, así como en movilizaciones independentistas con motivo de la Diada organizadas por la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural en 2014 y 2015, junto a otras personalidades.

En 2011, el periodista Francesc Buxeda le biografió en el libro ‘Pare Manel. Més a prop de la terra que del cel’ (Angle Editorial), que, en formato de larga entrevista, destaca su trabajo diario para combatir la marginación social, desde una condición de religioso a la que no quería renunciar a pesar de que su lucha chocara con algunos eclesiásticos.

La biografía resultó polémica entre algunos sectores porque Pousa relató que tenía una «amiga especial», aunque no convivían ni mantenían relaciones sexuales, y que costeó un aborto para evitar el desangrado de una joven, por lo que el Arzobispado de Barcelona inició un proceso administrativo de excomunión en 2011, que finalmente desestimó al considerar que no tuvo complicidad principal.

UNIDAD SIN UNIFORMIDAD

«He vivido, vivo y quiero vivir mi fe dentro de la Iglesia, pero a mi manera. No confundo la unidad con la uniformidad», explicó el Pare Manel en el prólogo que escribió para el libro, en el que añadió que no quería pontificar ni convencer a nadie de nada y defendía la pluralidad.

En la publicación, que fue galardonada con el premio La Llança de Sant Jordi de Òmnium Cultural, se declaró enamorado de los barrios barceloneses en los que trabajó, de la Barceloneta, de los deportivos Club Natació Barcelona y Club Esportiu Europa, así como de su familia y amigos.

«Los besos y las caricias que siempre vi entre mi padre y mi madre me ayudaron a entender, ya desde el inicio, que lo Natural no es enemigo ni contrario de lo Sobrenatural«, afirmaba en el prólogo, donde agradecía también a sus compañeros sacerdotes y creyentes que lo aceptaron como es.

El religioso Adrià Trescents, director de La Salle Barceloneta, fue para Pousa un referente por su estima a la Iglesia y su capacidad para hacer las cosas a su manera, al lado de su gente: «Yo querría acabar como él: al pie del cañón», afirmó en el prólogo.