El obispo de Córdoba llama a respetar las normas sanitarias

El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, ha hecho un llamamiento a los católicos de la Diócesis para que, ante las nuevas restricciones a la movilidad y a la reunión, como medio para combatir la pandemia del coronavirus Covid-19, colaboren con Dios «para proveer en favor» propio y de los demás, respetando y cumpliendo las normas sanitarias que establecen las autoridades» y, sobre todo ahora, ayudando a los pobres.

En este sentido y en su carta semanal, Demetrio Fernández ha señalado que las nuevas medidas contra el Covid-19, que implican el confinamiento perimetral de pueblos y ciudades, es algo que «no nos pilla de sorpresa, porque así llevamos desde marzo, con algunos alivios pasajeros. Pero de nuevo se intensifican las medidas más estrictas, para detener entre todos la expansión del virus, que tiene efectos de muerte en muchas personas».

La cuestión, según ha argumentado el obispo en su carta, es que «la pandemia nos sitúa en la verdad de lo que somos. En primer lugar, nos recuerda la precariedad de nuestra vida», pues, «por muchas pólizas de seguros que suscribamos, en ninguna entra esta cobertura», de forma que «la única cobertura, la más segura, y además gratuita, es la Providencia de Dios», que «es Padre y que nos cuida como una madre cuida a su hijo pequeño. Lo sabemos, pero en esta ocasión tenemos oportunidad de ponerlo en práctica».

Por eso, según ha destacado Demetrio Fernández, «con Dios hemos de colaborar para proveer en favor nuestro y de los demás, respetando y cumpliendo las normas sanitarias que establecen las autoridades», pero teniendo en cuenta que «el confinamiento puede encerrarnos más en nosotros mismos o, por el contrario, puede estimular nuestra salida al encuentro de los pobres».

En este sentido, el obispo ha explicado que este año, para la Jornada Mundial de los Pobres, el lema es ‘Tiende tu mano al pobre’, indicando Demetrio Fernández que «una preocupación que brota de un corazón solidario es la de tender nuestra mano al pobre, al que lo necesita».

Ello es así, según ha concluido, «precisamente porque también nosotros nos sentimos necesitados, y ahora, quizá más que nunca, hemos de tender nuestra mano a tantas personas que hay a nuestro alrededor o en lugares lejanos y que necesitan de nuestra ayuda», insistiendo el obispo por ello en que durante la pandemia es preciso salir «al encuentro de los pobres».