Lagarde alerta contra una retirada prematura de las medidas de apoyo

El Banco Central Europeo (BCE) considera necesario evitar la retirada prematura de las medidas de apoyo adoptadas para hacer frente al impacto de la pandemia, aunque ha señalado que, a nivel nacional, estas deberían ser temporales y estar dirigidas al apoyo de empresas estructuralmente solventes, según ha señalado la presidenta de la entidad, Christine Lagarde.

«Debemos protegernos contra la retirada prematura de estas medidas de apoyo», advierte la banquera central en una entrevista con ‘Harvard International Review’, donde afirma que el paquete de medidas implementado por las autoridades nacionales, europeas y el BCE han contribuido a evitar una recesión aún más profunda y una crisis de crédito que habría dejado profundas y duraderas cicatrices en la economía.

En este sentido, Lagarde destaca que los cálculos del banco central apuntan a que unos 13,5 millones de personas se encuentran actualmente acogidas a distintos programas de retención de empleo en la zona del euro, lo que supone alrededor del 8% de la población activa de la región y por encima de los 12,8 millones de desempleados en julio, el 7,9% de la población activa.

«Estos esquemas han evitado con éxito un aumento a gran escala del desempleo», celebra la francesa, aunque admite que «el ajuste del mercado laboral aún no se ha completado» y se espera un aumento significativo de la tasa de desempleo durante los próximos trimestres, en particular en los sectores más afectados por la crisis.

Según las proyecciones macroeconómicas más recientes del BCE, publicadas el pasado mes de septiembre, la institución prevé que el desempleo aumente del 7,3% en el primer trimestre de 2020 hasta el 9,5% en 2021 antes de descender al 8,8% en 2022.

Asimismo, la ex directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) subraya que, a pesar de que la pandemia es un shock global, su impacto local será desigual, como refleja que la pérdida de PIB en el primer semestre de 2020 haya oscilado en la zona euro entre más del 22,7% en España y menos del 11,5% en Alemania como consecuencia tanto de la gravedad del brote, como del diseño de la respuesta nacional, de la estructura económica, de la actividad sectorial, así como de la capacidad de absorción fiscal y de la resiliencia de los sectores empresarial y financiero.

«Por esta razón, ya hemos anunciado que mantendremos nuestra ‘red de seguridad’ hasta que consideremos que la fase de crisis del Covid-19 ha terminado, pero en cualquier caso no antes de finales de junio de 2021», añade la presidenta del BCE, para quien sigue siendo necesaria una postura fiscal ambiciosa y coordinada ante la fuerte contracción de la economía y de las grandes incertidumbres que siguen existiendo en torno a las perspectivas.

En este sentido, Lagarde subraya que el paquete de recuperación de la UE tiene el potencial de apoyar significativamente a las regiones y sectores más afectados por la pandemia, fortalecer el mercado único y alentar una recuperación duradera y uniforme.

Sin embargo, en cuanto a las medidas de carácter nacional, la presidenta del BCE insiste en que «deben ser temporales y estar dirigidas a garantizar que solo se apoyen las empresas estructuralmente sólidas», ya que así se permite que la estructura de las economías se ajuste donde sea necesario, de modo que el capital y la mano de obra fluyan hacia las empresas más productivas.

«Depende de los gobiernos nacionales establecer los incentivos adecuados para la inversión y la innovación que mejoren la productividad y que ayuden a rejuvenecer la economía europea», apostilla.