Hasta 3.652 niñas en España están en riesgo de sufrir mutilación genital femenina, según un estudio

Un total de 3.652 niñas residentes en España están en riesgo de sufrir mutilación genital femenina, según el estudio ‘La mutilación genital femenina en España’, promovido y coordinado por la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género y realizado por la Fundación Wassu-UAB.

«Quizá sea una violencia contra la mujer no especialmente conocida en España pero no por ello debemos renunciar a diseñar acciones concretas para terminar con el dolor de millones de niñas que pasan por esta experiencia atroz que marca sus vidas», ha subrayado la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, este viernes durante la presentación del informe.

Según datos del padrón de 2018, en España hay 15.562 niñas de 0 a 14 años procedentes de países donde se practica la mutilación genital femenina. De estas niñas, aplicando los índices de prevalencia del país de origen correspondiente y valorando el impacto del proceso de aculturación en la realización de la práctica, se estima que 3.652,13 están en riesgo de sufrirla.

Por provincias, Barcelona es donde se estima que hay un mayor número de niñas en riesgo de sufrir mutilación de sus órganos genitales: un total de 746. La segunda provincia es Girona (504) seguida de Madrid (335).

En todo caso, el estudio precisa que no se tiene conocimiento de que la mutilación genital femenina se practique en territorio español, aunque en el año 1993 se produjo un caso en Mataró (Cataluña). Lo que suele ocurrir es que las niñas nacidas en España son sometidas a esta práctica por sus abuelas durante un viaje de vacaciones o por una larga temporada al país de origen.

«Viven en nuestro país y pueden sufrirla cuando viajan a sus países de origen. De ahí la importancia de la detección precoz en el ámbito sanitario, social y educativo», ha precisado Rosell.

En este sentido, la directora de la Fundació Wassu-UAB, Adriana Kaplan, ha indicado que el camino pasa por «empoderar a los profesionales de atención primaria que están en contacto con estas familias» y «no duplicar canales».