El Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el general Miguel Ángel Villarroya, ha avisado este jueves de que el presupuesto con el que cuenta el Ministerio de Defensa, pese a la subida del 4,6% por ciento prevista para 2021, sigue siendo insuficiente para atender a todas sus necesidades, como el necesario adiestramiento de sus efectivos o el mantenimiento del material disponible.
El JEMAD ha lanzado esta advertencia durante su comparecencia en el Congreso con motivo del proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) aprobado por el Gobierno; y siguiendo la línea de sus antecesores en anteriores ejercicios, que llegaron a advertir de que estaba en juego la «operatividad» de las Fuerzas Armadas.
Ante la Comisión de Defensa, el JEMAD ha valorado el «esfuerzo» que supone el incremento de 417 millones del presupuesto de Defensa en un contexto «tan delicado» como el actual. Sin embargo, ha ahondado en los déficits que mantiene y que dificultan la labor de las Fuerzas Armadas.
Ha señalado por ejemplo el adiestramiento de las unidades militares, que ha explicado que ha tenido que adaptarse al presupuesto disponible reduciendo la preparación de los efectivos que no vayan a integrarse próximamente y, por tanto, reduciendo el número de equipos y tripulaciones preparados para sus cometidos.
Eso sí, ha garantizado que todas aquellas unidades que adquieren una determinada certificación están preparadas para acometer sus labores «con plena garantía de seguridad».
También ha abordado las partidas para mantenimiento y sostenimiento de los sistemas disponibles, que ha asegurado que son un 35 por ciento inferiores a las del año 2008 y han obligado a «priorizar de forma dramática» entre las necesidades más urgentes.
Según ha detallado, durante el año 2020 solo han podido ser atendidas un 51 por ciento de las operaciones de mantenimiento necesarias, lejos del 70 por ciento que se había establecido como mínimo para atender las emergencias. Esto ha supuesto que las Fuerzas Armadas dispongan de un «alto porcentaje» de materiales inmovilizados «por falta recursos».
Por ello, el general Villarroya ha hecho un llamamiento a estudiar las nuevas adquisiciones de material de armamento. «Nuevos sistemas sí, pero siempre que no vaya en detrimento del material en servicio», ha pedido sobre la oportunidad de conjugar ambas necesidades para que «un esfuerzo no hipoteque a otro».
FINANCIACIÓN DE LAS MISIONES INTERNACIONALES
El JEMAD también ha puesto el foco en el sistema de financiación de las operaciones de mantenimiento de la paz, ya que solo una pequeña parte de su coste está integrado en el presupuesto ordinario de Defensa y el resto se financia con cargo a los fondos de contingencia.
Por ejemplo, de los 1.176 millones previstos para las misiones internacionales en 2020, solo 314 millones estaban contemplados en los Presupuestos. «El resto se financiaba con fondos de contingencia, no habiéndose recibido ni mucho menos la cifra inicialmente prevista», ha revelado.
El JEMAD ha dicho ser consciente de la «dificultad» que supone este cambio, pero cree que debe emprenderse porque «no es conveniente dejar la mayoría» de la cuantía de las operaciones «sujeta a un recurso financiero tan incierto».
INVERTIR EN DEFENSA, SALVAR VIDAS
En este contexto, ha defendido que invertir en capacidades militares supone «invertir en la defensa de los españoles y salvar vidas», además de un «motor» para la industria española. Y por ello considera necesarias «coherencia y estabilidad» para las políticas de defensa.
Y ha insistido en este planteamiento ante las críticas de diputados como Joan Josep Nuet, de ERC, quien ha planteado la tradicional disyuntiva entre «cañones o mantequilla». «Tiene usted un concepto desfasado de la defensa nacional», ha respondido el general Villarroya.
Según ha defendido, la pandemia de Covid-19 ha demostrado que las Fuerzas Armadas no solo actúan en la defensa militar, sino que también cumplen otras funciones como la atención a la sociedad en situaciones de emergencia.
