Guerra critica el pacto con Bildu y las «decisiones autoritarias» de Sánchez

El exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra ha calificado este lunes de «despreciable» el apoyo de EH Bildu a los Presupuestos Generales del Estado. También ha cargado contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por liderar un Ejecutivo que «no es natural» y en el que se toman «decisiones muy autoritarias».

En una entrevista en ‘La hora de la 1’, recogida por Europa Press, Guerra ha asegurado que «hay muchos españoles y muchos socialistas con un nudo en la garganta«. «Un grito que no sale, pero que están deseando gritarlo: ‘¡Con Bildu no, con Bildu no!’. Tal cual lo decía el presidente», ha explicado.

Así, el que fuera vicepresidente del Ejecutivo ha recordado cómo el propio Sánchez repitió que no podría dormir con el líder de Podemos, Pablo Iglesias, dentro del Gobierno. «Pues ahora duerme con él», ha señalado, para después explicar que Sánchez también prometió que no pactaría con Bildu. «Y ahora lo hace», ha insistido.

Según Guerra, este giro de Sánchez y la posición cada vez más predominante de Iglesias desde la Vicepresidencia se debe a los muchos «peajes» que el presidente del Gobierno tiene que pagar. «¿Qué capacidad de iniciativa tiene? La que le dejan. ¿Hasta dónde puede llegar ese peaje? Esto está por ver», ha expresado.

Las críticas al Rey

En este contexto, Guerra ha sostenido que la moción de censura que desembocó en la llegada del secretario general del PSOE a la Moncloa «no era solvente para gobernar». Tras denunciar lo «hostil» de la política actual, el exdirigente socialista ha dicho que ahora siempre se trata de buscar la palabra «democratura».

«Una democracia que es autoritaria, que se vota, que por lo tanto es una democracia, pero se toman decisiones muy autoritarias, y una parte de esto está ocurriendo con un Gobierno que no es natural, con una alianza que no es natural», ha asegurado.

Esto se manifiesta, ha continuado el exvicepresidente, en el hecho de que «dos miembros del Gobierno» –el propio Iglesias y el ministro de Consumo, Alberto Garzón– acusasen de «maniobras graves» al Rey Felipe VI y que no fuesen «cesados». «Deberían haber durado cinco minutos», ha opinado Guerra.

A cuenta de las críticas de los dirigentes del sector de Unidas Podemos al monarca tras su ausencia de la entrega de los despachos de jueces en Barcelona, Guerra ha incidido en que esas declaraciones no habrían sido permitidas en «ningún país democrático del mundo».

Carga contra Ciudadanos

«Ahí es donde se quiebra, y que quien manda, a mi parecer, se encuentra en una tela de araña que él (Sánchez) ha tejido. Entre todos han organizado una coalición extraña que llega hasta Bildu», ha continuado Guerra, que ha criticado el papel de los ministros de la formación morada.

«Toman decisiones, hacen cosas. Hacen un acuerdo con Bildu absolutamente despreciable y aparece Iglesias y dice que Bildu se ha incorporado a la dirección del Estado. Y al mismo tiempo Otegi, condenado por terrorista, dice que van a Madrid a destruir el régimen del 78. Claro, son hechos consumados y la parte del Gobierno que no son de estos aliados no reacciona», ha lamentado.

Todo esto ocurrió, según Guerra, por culpa de varias personas que cometieron un «error gravísimo». «Cuando la moción de censura del 18, el señor Rajoy en vez de ir a un bar a tomar copas, tenía que haber dimitido. Porque dijeron, si dimite retiramos la moción. Hubiese sido presidente otro de su Gobierno y España se habría ahorrado muchos disgustos», ha apuntado.

Guerra también ha apuntado al expresidente de Ciudadanos Albert Rivera y al propio Sánchez por no haber alcanzado un acuerdo de gobierno cuando entre las dos formaciones sumaban mayoría absoluta. «Ahora es más complicado, pero a mi parecer sostener una alianza con Bildu, nacionalistas y con Podemos creo que no es una tarea digamos democrática», le ha afeado a Cs.

Por otro lado, Guerra se ha referido a las críticas de los presidentes autonómicos socialistas Guillermo Fernández Vara y Emiliano García Page tras el apoyo de Bildu a los PGE.

«El PSOE siempre ha sido un partido con mucha disciplina y autoridad de los órganos de dirección. Los barones tienen un peso específico que pretenden que se traslade al conjunto. Pero no se puede pensar que elimina la dirección del partido, que es muy fuerte», ha reconocido.