Análisis Need for Speed: Heat – Conduce, compite, huye, tunea, disfruta

La saga Need for Speed fue puntera allá por la Playstation dos con aquellos Need for Speed Underground. Años hace de eso y esta serie de juegos ha ido perdiendo lustre aunque realmente con esta entrega está remontando lo que se espera de uno de los juegos de carreras arcade que compite en cada edición por mejorarse. Los chicos de Ghost Games, de la mano de Electronics Arts, nos traen un nuevo juego de carreras con gran cantidad de coches y tuneos diferentes encuadrados en un gran mapa en el que nos pasaremos muchas horas.

Como todo Need for Speed, Heat también tiene una historia, esta gira en torno a la refundación de una banda de pilotos que corren con coches impresionantemente potentes y que ya fue deshecha por la “malvada” policía de la ciudad. Nuestro avatar, que podremos elegir entre unos cuantos tipos predefinidos, llega en ese momento justo en donde se quiere volver a poner en el mapa de la ciudad el nombre de esa banda.

Need for Speed: Heat no deja de ser un juego de carreras al estilo de Forza Horizon o The Crew. Deberemos ir conduciendo, desbloqueando lugares y encontrando carreras en donde conseguiremos o dinero o reputación. Esta es una de las novedades más potentes de la saga. La ciudad de Palm se divide en dos husos horarios, día y noche. Por el día correremos pruebas que nos aportarán dinero para mejorar el motor y estadísticas de nuestro vehículo, podremos tunearlo con una gran variedad de piezas que van desde alerones, tapacubos, espejos retrovisores, paragolpes, luces… O podemos comprar con ese dinero ropa para personalizar a nuestro protagonista, ya sea como chico o como chica.

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Pero esta ciudad también tiene su parte nocturna en donde el nivel policial es más alto. Aquí, por la noche, es cuando se celebran las carreras prohibidas a lo largo de las calles de todo el mapa y en donde conseguiremos reputación. Esta reputación que ganamos en carreras nos permitirá subir de nivel y con ello desbloquearemos nuevos coches y nuevas piezas para nuestro automóvil. La particularidad de todo esto es que toda esa experiencia que ganamos se suma cuando terminamos la noche, ya sea por ir al garaje o porque hemos terminado una misión de la historia.

El control policial es alto y los agentes de la autoridad van a perseguirnos a la mínima que nos localicen. Se ha vuelto a usar la fórmula de la persecución que tan buenos ratos nos dio en otras entregas y que, realmente, vuelven a ser buenas formas para soltar adrenalina. Los coches normalmente nos siguen muy de cerca y tendremos que callejear y hacer uso de nuestra técnica al volante para poder despistarlos. También podremos ir a lo bruto para reventar a la policía a base de golpes en los coches dejando fuera de juego sus vehículos.

Contamos con muchísimos más de 100 coches en el concesionario, desde Muscle cars de los años 60 hasta los vehículos más modernos que acaban de salir al mercado, como el caso del nuevo BMW Z4 o algunos otros de más potencia y prohibitivos para el bolsillo de cualquiera de nosotros. Hay coches míticos y gran variedad de marcas como Wolkswagen, Lamborghini, Ford, Ferrari, McLaren, Mercedes… Realmente el catálogo es amplísimo, algo que siempre se suele echar en falta en este tipo de juegos.

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En cuanto a la conducción. Es muy arcade, el juego tampoco nos quiere engañar, pero es realmente divertida. Al tomar las curvas podremos derrapar o tocar el freno de mano. En cualquiera de los casos el coche se pega al asfalto y tomaremos limpias las curvas no dejando que el vehículo se vaya (a no ser que seamos muy brutos o no frenemos a tiempo). Podremos usar el nitro y tenemos varios tipos de conducción. Carreras normales por asfalto, campo a través con vehículos destinados a ello y finalmente el modo de derrapes, también con coches destinados a esta disciplina. Gran cantidad de pruebas que junto con la historia, no van a dejar de aburrirnos.

Eso sí, para continuar la historia o correr carreras, siempre hay que tener un mínimo de nivel y de potencia en el coche, de lo contrario, en cuanto a la historia, no nos va a dejar entrar en la ruta adecuada, y en cuanto a la potencia de los coches en las carreras normales, no vamos a dar la talla con un coche sin apenas potencia. Así que continuamente deberemos estar comprando piezas para coches (siempre es más barato que comprar un nuevo vehículo) y así ir mejorando sus estadísticas.

Toda el juego se puede jugar conectado en internet en servidores que albergan a unos cuantos pilotos y podremos cruzarnos con ellos en tiempo real o invitarlos a carreras para conseguir más dinero o experiencia o también podremos correr desconectados, algo que nos permitirá pausar la partida y que en el modo conectado si pausamos, toda la acción continúa su curso y no podremos dejar una carrera a medias porque los demás coches, aunque estemos corriendo contra la IA, pero conectados, seguirán adelante.

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Gráficamente nos ha sorprendido bastante tanto el buen uso de las luces como todos los modelados y brillos de los vehículos. La ciudad es muy amplia y las zonas muy distintas entre si, todo está cuidado al detalle y no han dejado zonas vacías. Sin embargo hemos de tirar de las orejas a Ghost Games porque no ha permitido una cámara en el volante del automóvil para poder contemplarlo por dentro y sentirnos como a los mandos reales. El juego dispone de varias cámaras, pero ninguna interna.

La banda sonora de Need for Speed: Heat es bastante amplia y toca muchos estilos, desde el reguetón hasta la música electrónica. Realmente si queremos disfrutar de la música es necesario que reduzcamos el nivel de ruido del motor de los coches porque si no, apenas se distingue. De igual manera el sonido de los vehículos está muy bien conseguido y hay muchas diferencias en cómo suena cada uno de los coches. Por si fuera poco podremos hasta modificar el sonido del escape.

Need for Speed: Heat es de esos juegos en los que no hay que pensar mucho, no hay que ser un crack del volante y no es necesario más que lo justo para poder disfrutarlo. Muy largo, gran garaje de coches por seleccionar, casi infinitas piezas para tunear así como vinilos y una comunidad que no para de agregar diseños para que los podamos descargar. Esta entrega está por encima de anteriores juegos de la saga que realmente decepcionaron. Así que si alguna vez jugásteis Need for Speed o si queréis disfrutar de un juego arcade con muchas horas de diversión Heat ha llegado para vosotros y es el ideal para vuestras consolas.