El bilingüismo puede ser un factor de prevención del Alzheimer

El bilingüismo puede ser un factor de protección frente al Alzheimer, según una revisión de estudios sobre conocer dos o más lenguas realizado por un grupo de investigadores del Hospital del Mar de Barcelona.

El hospital ha explicado que los científicos, liderados por Josep Deví, han encontrado que el diagnóstico o los síntomas de esta enfermedad degenerativa se producen entre 4 años y medio y 7 años más tarde en los pacientes multilingües que en los monolingües, según ha informado en un comunicado.

Esto es causado, según el hospital, porque el hecho de hablar dos o más lenguas incrementa la reserva cognitiva del individuo, es decir, su capacidad de resistir el deterioro cerebral sin presentar síntomas o presentando menos de los que serían esperables en función de la neuropatología presente en aquél momento.

Para llegar a esta conclusión, los autores han revisado sistemáticamente los diez estudios más rigurosos publicados hasta ahora sobre esta cuestión en un artículo en ‘Revista de Neurología’.

De los diez, siete destacaban una relación directa entre el bilingüismo o el multilingüismo y el retraso en la aparición de los síntomas clínicos del Alzheimer o el freno de su posterior progresión.

Otros dos encontraban una relación parcial y uno no mostraba ninguna correlación significativa.

«Se ha visto que la prevalencia de la demencia en países donde se habla más de una lengua es un 50 % inferior a la de las regiones en las que la población solo utiliza un idioma para comunicarse», afirma el investigador Marco Calabria, profesor de los Estudios de Miembros de la Salud y miembro de los grupos de investigación de Cognitive NeuroLab la UOC y de Speech Production and Bilingualism de la UPF.

«Nosotros queríamos averiguar cuál es el mecanismo por el que el bilingüismo contribuye a la reserva cognitiva frente al deterioro cognitivo leve y la enfermedad de Alzheimer, y si había diferencias respecto al beneficio entre los diferentes grados de bilingüismo, y no solo entre personas monolingües y bilingües», señala Calabria.