¿Ducha de encanto? La ciencia es una de las ramas del conocimiento que nos abre un abanico de posibilidades para descubrir muchas cosas que forman parte de nuestra cotidianidad, y que a veces no le prestamos atención, o creemos que no son relevantes. Lo cierto es que sí son importantes, y más de lo que nos podemos imaginar en un primer momento. Un claro ejemplo lo constituye ese hábito de la ducha.
Y es que, cuando nos queremos duchar, realmente buscamos disfrutar de la máxima experiencia, en la que cada parte de nuestro cuerpo se deja llevar por las maravillas del agua que recorre por la piel, y la verdad es que nos hace vivir un momento de mucha relajación.
Sobre todo cuando estamos cansados de las jornadas de trabajo, la idea de irnos a duchar, es lo primero que se nos viene a la mente. Hay varias vertientes que la ciencia revela sobre el hábito del ser humano cuando se va a duchar, así que te vamos desvelar lo que dicen los expertos, y si es bueno o no en las noches o por la mañana, o si realmente es irrelevante.
Un debate que no tiene fin
Es normal que la ciencia tenga su tira y encoge con este hábito que está relacionado con la idea de la ducha. Lo cierto es que cuando nos vamos a duchar solo queremos refrescarnos, asearnos, y representa esa actividad común que realizamos a diario. Desde el punto de vista de las ciencias humanas, hay un debate que no tiene fin, y es que hay posturas disímiles, sobre si es mejor en la mañana o por la noche.
Pese a ese contexto, siempre es bueno tener ambas visiones que nos permita crear un cuerpo sólido, pues al final son los especialistas y tienen un amplio conocimiento sobre el área.
Es una cuestión de gustos: La medicina emite sus argumentos sobre la ducha
Podemos pensar que el hecho de irnos a duchar es algo que forma parte del gusto individual, y que las consideraciones de la ciencia no tienen mucho que ver. Pero pasar disipar las dudas, tienes que saber que sí tienen preponderancia, y mucha, pues cada una de las cosas que tienen que ver con los seres humanos son estudiadas. Desde las más básicas, hasta las más complejas.
El estudio de sobre este asunto de que nos podemos duchar de noche o en la mañana, es algo que va más allá de la higiene, ya que precisamente el ámbito de la medicina se ha dedicado a indagar cuáles son las verdaderas implicaciones que hay de por medio cuando alguien se decide duchar según el horario. ¿Quieres saber cómo influye esto en el ser humano? A continuación, te lo desvelamos con lujo y detalles.
Te puedes duchar en la mañana: ¿Qué dicen los defensores?
Todas las posturas tienen sus defensores y los argumentos son válidos, porque precisamente forman parte de ese cúmulo de conocimientos que la ciencia no puede dejar pasar. Desde luego que el debate en ambos sentidos resulta prometedor.
Tenemos que decirte que si te vas duchar en la mañana, estarías incluyéndote a un hábito muy bueno para que tu día lo puedas comenzar con una energía muy alta. Sobre todo si tienes que ir al trabajo. Te aporta un aspecto impecable, no solo por la higiene, sino desde esa fuerza vital que requieres para cumplir con tus labores profesionales.
Hablan los psicológicos
Es de vital importancia conocer el punto de vista de los psicólogos con este asunto de la hora de irse a duchar. Según la mirada de Janet Kennedy, quien se ha destacado en este ámbito de la psicología humana, y también como especialista en los problemas asociados al sueño, destaca que una ducha en la mañana ayuda a las personas que generalmente tienen inconvenientes para levantarse temprano.
De hecho, lo hacen meramente por obligación. En este sentido, se recomienda a la población que no se debe duchar con agua fría, sino más bien fresca, para que la temperatura del cuerpo no se vea afectada de una manera abismal.
La ducha nocturna
En este apartado, seguimos descifrando los señalamientos de la ciencia, y de esas visiones del saber que buscan entregarnos las herramientas necesarias para que el estilo de vida que llevemos sea orientado en buena forma. Es así como la idea de que una persona se pueda duchar en la noche, pasa también para ayudar en los problemas asociados al insomnio. Se suele sugerir este tipo de duchas por lo menos 35 minutos de irte a dormir.
Lo que sucede es que el cuerpo humano se enfría de manera natural, cuando llega ese instante de que la persona se va a descansar, en coordinación con el conocido ritmo circadiano. Los expertos atañen que si te puedes duchar antes de ir a la cama, sería perfecto para que la temperatura de tu cuerpo aumente de manera artificial, y le permita mitigar el cambio con mucha rapidez. Esto se traduce en definitiva, en que lograrás un mejor descanso que seguramente necesitas.
Aleja la tensión muscular con una deliciosa ducha
Son muchos los infortunios que tienen que pasar las personas para lograr conciliar el sueño. La verdad es que la tensión muscular siempre ha sido un enemigo directo del descanso, y ante ello, quizás no vemos una salida inmediata. Pero, como la ciencia tiene mucho por ofrecer, es posible que te puedas duchar de manera nocturna para que disipes de una vez por todas esas tensiones musculares que te pueden estar afectando.
Debes asumir que el agua tiene que ser fresca, no lo hagas con agua muy caliente, ya que el efecto puede ser inverso, y podrías afectar por ejemplo, la piel de tu cuerpo. De igual forma, con 10 minutos es más que suficiente para que te puedas duchar en la noche.
Evita los problemas en la ducha
Si bien es cierto que la ciencia demuestra los beneficios de ese hábito de la ducha, tienes que comprender que no solo te vas a duchar y el resto no tendrá implicaciones. La idea es que lo hagas con responsabilidad, pues con el tema de la temperatura es de esos factores en el que los especialistas ponen énfasis, debido a los malos hábitos de las personas.
Dada esta aseveración, han dicho que si te vas a duchar, has de tener una temperatura acorde, es decir templada. Si te apuntas a una ducha caliente tu piel comenzará a perder sus aceites, y aparece la molesta irritación que nadie quiere ver en su cuerpo, así como la piel seca que resulta de mal gusto.
Recomendaciones finales
La ciencia no deja en claro cuál es el mejor horario, pues en cada uno de los puntos han destacado las ventajas y los problemas que se pueden hacer evidentes, y que el ser humano debe tenerlo en su mente cuando se vaya a duchar. Lo que sí tienes que saber, es que las sábanas de tu cama tienen que estar limpias.
Vale destacar que en las noches, tendemos a sudar, o si dormimos en el día, por lo que aparecen bacterias en las sabanas y almohadas. Es relevante que tengas el hábito de cambiar las sabanas de tu cama por lo menos dos veces en la semana, para que tu higiene al ducharte vaya acorde al darle uso a tu cama, y que tu sueño sea el mejor de todos.
