CaixaBank-Bankia: preguntas y respuestas que puedes hacerte como cliente

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Ya es bastante normal que dos grandes corporaciones bancarias se fusionen para crear una entidad más potente. Esto es lo que va a suceder con CaixaBank y Bankia cuando llegue el momento de su unión. Pero este tipo de movimientos genera grandes interrogantes entre los propios clientes de las entidades. Todavía la fusión no está en proceso de realizarse, pero si se sabe que va por buen camino y que, si no se tuerce nada, se va a producir.

Ahora es el momento en el que los clientes, cuando la noticia ha saltado, se preguntan si podrán seguir acudiendo a su oficina habitual, qué pasará con sus cuentas de ahorro. Cómo se va a proceder con los productos que tienen contratados con ciertas condiciones si se cambia todo. Cómo les puede afectar esta fusión a sus tarjetas de crédito, cuentas bancarias y demás interrogantes que están ahora mismo en el aire.

Vamos a intentar resolver, con cautela, lo que pasará con todos esos elementos que te vinculan a tu banco si eres cliente tanto de CaixaBank como de Bankia con la ayuda de organizaciones expertas en la materia

Competencia en hipotecas

Hipoteca

La fusión de dos entidades tan potentes como Bankia y CaixaBank en el sentido de número de clientes va a limitar la competencia en cuanto a las hipotecas. Así lo ha explicado la Asociación de Usuarios Financieros Asufin. Ellos aseguran que el tener en su poder tantas hipotecas en litigio debido a las cláusulas abusivas no va a ser bueno para el consumidor.

Tanto CaixaBank como Bankia absorbieron en su día gran parte de cajas de ahorro y cláusulas suelo que tanta polémica han generado. Esto las coloca como las entidades bancarias con más alta litigiosidad en este tipo de hipotecas y productos financieros con cláusulas abusivas. Además, que, desde el punto de vista de la competencia, la concentración de ambas entidades afectará negativamente en la búsqueda de hipotecas más beneficiosas para el cliente.

Además, esta fusión va a generar una entidad muy grande que en el argot económico se denominan “entidades muy grandes para caer” y que quiere decir que es prácticamente imposible que puedan caer en bancarrota y que en este aspecto tienen un control más férreo sobre las condiciones hipotecarias, lo que es un riesgo para el cliente.

Condiciones de las cuentas

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Otra de las cuestiones que más se preguntan los clientes es si pueden cambiar las condiciones de sus cuentas. La respuesta es clara y concisa. Si. Un banco tiene la potestad de cambiar las condiciones de la cuenta bancaria cuando lo crea oportuno. Es decir, que no hace falta que suceda una fusión para que un banco decida cobrarnos comisiones o cambiar lo que estimen oportuno.

Lo que si establece la ley es que cualquier cambio en las condiciones de la cuenta bancaria de los clientes deberá ser comunicada al cliente con un mínimo de dos meses de antelación. Y los bancos lo suelen hacer por el correo interno de la propia cuenta, es decir, no lo van a notificar mediante carta física o de una manera demasiado sencilla de ver, sobre todo si van a subir las comisiones o comenzarán a cobrar por las tarjetas.

También es cierto que, al realizar la fusión, estas dos entidades no van a querer perder los clientes que ya tenían, así que lo más probable es que no se modifiquen las cuentas de los clientes antiguos si no que toda nueva condición vaya a ir impuesta a las cuentas de nueva creación.

El número de cuenta

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HelpMyCash explica muy bien las condiciones que suceden tras una fusión de entidades bancarias. Las cuentas antiguas temporalmente van a seguir conservando su número asociado. También lo harán las tarjetas de crédito asociadas a dicha cuenta. Pero como decimos, es una medida temporal. Cuando la fusión se haga efectiva, los bancos dan un periodo de margen de adaptación a los usuarios para que asimilen la nueva situación.

Tras este periodo de adaptación, el banco ya podrá cambiar el IBAN de nuestra cuenta, eso sí, debe comunicárselo a los clientes con suficiente antelación. Así pues, durante unos meses seguiremos manteniendo el mismo IBAN y número de cuenta, pero con la nueva situación, la entidad va a adquirir un nuevo IBAN, así que habrá que adaptarse a los cambios y adoptar el nuevo número que se nos otorgue si queremos mantener la cuenta abierta.

Domiciliaciones y tarjetas de crédito

Tarjetas

A colación del apartado anterior, si el número de cuenta cambia, será necesario el notificar a las empresas que realizan los cargos o que nos pagan la nómina, del cambio de IBAN para que puedan seguir realizando sus funciones sin ningún problema. Todo se va a mantener igual, nada más que será otra entidad la que se ocupe de las gestiones de domiciliación pertinente. Esto no supondrá ningún esfuerzo para el cliente.

En cuanto a las tarjetas de crédito. Su duración es indefinida, con lo que podríamos ver cambios en sus condiciones si así lo estipula la nueva entidad resultante. Lo normal es que, tras el cambio de condiciones, el nuevo banco nos envíe una nueva tarjeta con un número diferente de tarjeta asociado al nuevo banco. Quizás suceda que las marcas de ambas entidades se mantengan, aunque sea una sola cabeza. En ese caso, no debería haber ningún tipo de cambio.

Como decimos y volvemos a repetir, cualquier cambio debe ser comunicado con antelación por un medio duradero para que podamos informarnos acerca de lo que suceda con nuestros productos contratados.

Hipoteca y depósitos

Deposito

Según HelpMyCash, las hipotecas contratadas con las entidades anteriormente a cualquier fusión se van a mantener en las mismas condiciones tras el cambio. Tanto plazo, tipo de interés, comisiones, etcétera. Lo que podría cambiar son los productos para conseguir bonificaciones su no aparecen fijadas en la escritora de la hipoteca o en el contrato del servicio.

Es también en los depósitos donde el banco resultante de la fusión deberá respetar todas las condiciones y todos los plazos fijos contratados y acordados anteriormente. Son contratos de duración indefinida y la rentabilidad deberá mantenerse hasta la extinción de su contrato.

Sin embargo, si queremos renovar el producto, podrían aplicarse cambios y nuevas condiciones si así lo estima el banco surgido de la fusión.