Las respuestas más emblemáticas de los dueños de restaurantes

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Algo que ya es muy habitual a la hora de salir a comer fuera es mirar en las plataformas de opiniones si el lugar al que vamos tiene buena o mala puntuación. En la mayoría de los casos los clientes siempre tienen la razón y ponen unas críticas no muy alejadas de la realidad pero siempre hay excepciones.

Hay otra gente que usa estas plataformas para verter su odio, su frustración y quizás su no saber estar para dañar la imagen de los restaurantes. Por suerte siempre hay dueños ingeniosos que responden como es debido a estas personas.

Vamos a sacar las palomitas para pasar un buen rato leyendo las respuestas más emblemáticas de los dueños de los restaurantes

El irónico

Las Respuestas Más Emblemáticas De Los Dueños De Restaurantes

Todo sucede en un bar de Avilés en donde el cliente argumenta su mala puntuación por lo “feo” del sitio y lo vulgar de la comida a pesar de que en la plataforma, el recinto tiene una gran puntuación.

El director de relaciones con los clientes responde con sarcasmo y sagacidad dejando una perla final

Las Respuestas Más Emblemáticas De Los Dueños De Restaurantes

A los tribunales

Las Respuestas Más Emblemáticas De Los Dueños De Restaurantes

El siguiente local en donde tenemos una respuesta magistral es en el Horno de Guardia, de San Pedro del Pinatar, Murcia. El cliente, asegura que no volverá a cenar en el sitio debido a que no tenía medidas “anticovid” adecuadas. También destaca que la camarera iba sin mascarilla.

El dueño en su respuesta dice que el cliente ha calumniado e injuriado, ambos delitos que son penados y que va a presentar medidas legales por decir que al no tener medidas de protección, están infringiendo un delito grave contra la salud.

Cierra el dueño del bar su respuesta con un contundente “nos veremos muy pronto en los tribunales

Respuesta al machista

Resp 3

En esta ocasión tenemos la respuesta a un cliente vía Whatsapp. Por lo que parece, el cliente habitual de un bar de Gijón se sobrepasó con la camarera con una actitud machista y comentarios bastante desafortunados. Primero aludió a su físico diciendo a la trabajadora que estaba más guapa con coletas.

El día siguiente fue el detonante cuando el cliente volvió a hacer comentarios inadecuados a la camarera, que tuvo que aguantar como le ofrecía pagarle en carnes, ya que no tenía dinero. Esto no quedó así y el dueño del bar escribió al cliente habitual animándole a que no volviera a pasarse por su local.

El rompe copas

Las malas referencias influyen mucho a la hora de decidir ir a un sitio o a otro, por eso mismo los dueños de los bares se preocupan en que todas las opiniones sean buenas, esmerándose así en dar un servicio mejor. Sin embargo siempre quedará ese cliente que se queja por todo y que no sabe comportarse.

Este es el caso del local “La Flaca” de Zamora. En su opinión, el cliente aseguraba que servían mala comida y daban mal trato a los clientes. Ampliaba su opinión asegurando que los platos principales no estaban bien cocinados y eran incomibles e incluso llegaba a decir que el camarero les retiró el postre sin que hubieran terminado de comerlo. Este comentario acababa con la referencia a los 16 euros que el restaurante les cobró por cuatro copas que se habían roto durante la cena.

Ante esto el dueño no se quedó callado y respondió como este cliente se merece y acusó a su comensal de que estaba rompiendo las copas con el cubierto, y ante la advertencia del tabernero, este le contestó que iba a continuar rompiendo copas y que las pagaría después.

Termina la reprimenda del dueño afeando la conducta de robar las copas de café y quedarse hasta las 2 y media dentro del local cuando este local no es una discoteca.

El Simpa

Terminamos las mejores respuestas de restaurantes con un local que acusa a sus comensales de hacer lo que se conoce como un simpa, es decir, salir corriendo sin pagar la cuenta.

El cliente dejó en Tripadvisor una mala opinión refiriéndose a la larga espera, que había sido de 3 horas, según ellas. Tras haberse sentado, según sigue contando el cliente, tardaron una hora para sacar cada ración que habían pedido y cuando empezaron a comer, los bogavantes no estaban cocinados del todo. Terminaba asegurando que el servicio era muy poco educado.

El dueño, como no podía ser de otra forma, contó en la respuesta la verdad de lo sucedido. Los clientes pagaron una parte de la cuenta pidiendo que les guardaran el resto de la comida. Posteriormente salieron corriendo del restaurante. Tras esto, los camareros retuvieron a los clientes amenazándoles con llamar a la policía.

Una historia que parece más de Mortadelo y Filemón que de unos clientes serios. Algo que nos demuestra que la realidad supera a la ficción.