Baleares confina cuatro barrios de Palma de Mallorca para frenar la COVID-19

La Conselleria de Salud y Consumo del Govern balear ha informado este miércoles de la restricción de la movilidad en cuatro barrios de Palma, Son Gotleu, Can Capes, Soledat Nord y Son Canals, con el objetivo de frenar el aumento de contagios por COVID-19.

Así lo ha anunciado la consellera de Salud y Consumo, Patricia Gómez, en una rueda de prensa en la que ha estado acompañada por el alcalde de Palma, José Hila. Tanto Gómez como Hila han destacado «la alta densidad de población», una causa que influye en la transmisión de la enfermedad.

Pese a la restricción de la movilidad, la consellera ha especificado que no afectará a quienes se tengan que desplazar para asistir a centros, servicios y establecimientos sanitarios, al trabajo, a los centros docentes y educativos, incluidas las guarderías, a los bancos, al juzgado, la renovación de permisos administrativos, así como para realizar exámenes oficiales.

La resolución de la Conselleria de Salud se publicará este miércoles en el Boletín Oficial de les Illes Balears (BOIB) y entrará en vigor este viernes a las 22.00 horas. El objetivo, según Salud, es «evitar las situaciones que pueden favorecer los contagios, sobre todo en lugares cerrados donde se producen aglomeraciones de personas, con escasa ventilación o donde no se usa mascarilla».

La consellera ha especificado que para dictar esta resolución se han seguido criterios epidemiológicos, sociales y asistenciales. En el primero, se han tenido en cuenta el número de PCR positivas, «muy elevadas durante agosto», la incidencia acumulada en los últimos 14 días y la tasa de positividad. «La transmisión comunitaria de los cuatro barrios es la más elevada de Mallorca«, ha dicho.

En cuanto a los criterios sociales, la Conselleria se ha basado en la densidad de población, el número de positivos en la misma vivienda y la edad media de la población. Además, Gómez ha recalcado que el área de Salud de los cuatro barrios es el que «tiene más presión asistencial» de la Isla.

Así, el Hospital de Son Llàtzer, que corresponde por zona, ha pasado, en agosto, de 6 a 49 ingresos por COVID-19 y de 4 a 11 en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

La consellera de Salud y Consumo ha comentado que, en cuanto los desplazamientos personales, se restringe la libre entrada y salida de personas en el núcleo de población correspondiente a la zona básica de salud de Son Gotleu. No obstante, la circulación por las carreteras, calles y viales que transcurren por la zona se permite siempre que tengan origen y destino fuera del núcleo de población.

El Govern permite la circulación de personas residentes, respetando las medidas de protección, si bien se recomienda que la población permanezca en su domicilio y se desaconsejan los desplazamientos y la realización de actividades no imprescindibles.

En cuanto a los establecimientos y locales comerciales, no podrá superarse el 50% de la capacidad. Salud impone que deberán cerrar como muy tarde a las 22.00 horas y se deberá establecer un horario de atención con servicio prioritario para personas mayores de 65 años.

La resolución prevé, entre otros aspectos, que las reuniones sociales no pueden superar las cinco personas si no son convivientes. Dicha prohibición incluye bodas, servicios religiosos –salvo las ceremonias fúnebres y velatorios–, celebraciones y la práctica deportiva.

Se suspende la actividad de los lugares de culto, salvo la celebración de funerales, pudiendo realizarse siempre y cuando no se supere el 33% de su capacidad y con un máximo de 15 personas. La resolución de Salud también prohíbe la realización de ferias y fiestas populares, verbenas y otros eventos populares, tanto de organización privada como municipal o insular.

Los restaurantes, bares y cafeterías limitarán su aforo al 50%, tanto en espacios interiores como exteriores, y la ocupación máxima será de cinco personas por mesa o agrupación de mesas. No se permite el consumo en barra y deberán cerrar como máximo a las 22.00 horas.

Las actividades en academias, autoescuelas y centros privados de enseñanzas podrán impartirse de forma presencial siempre y cuando no se supere una capacidad del 50% respecto al máximo permitido. Las actividades que realicen se limitarán a grupos máximos de cinco personas y se establecerán medidas de seguridad.

La resolución suspende la actividad de los gimnasios y centros deportivos de todo tipo, parques y jardines, y parques infantiles de uso público y locales de ocio infantil. Se exceptúan de dicha suspensión los establecimientos y espacios cedidos por el Ayuntamiento a los centros educativos.

También se establece que los incumplimientos individualizados de lo dispuesto en la resolución conlleva sanciones. Todas estas medidas afectarán en torno a 23.000 residentes de Son Gotleu, Can Capes, Soledat Nord y Son Canals, a excepción de las calles Manacor, Reyes Católicos y Aragón.

HILA APELA A LA RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL

Ante estas medidas, el alcalde de Palma, José Hila, presente en la rueda de prensa, ha apelado a la responsabilidad individual y ha recalcado que «es fundamental«. «Palma ganará esta batalla si cada ciudadano la gana», ha dicho Hila, quien ha confesado «estar optimista porque Palma siempre ha salido de las situaciones difíciles».

Asimismo, ha reconocido su «preocupación» por estos barrios, «con una alta densidad de población». Hila ha señalado que muchos ciudadanos de esta zona viven en viviendas pequeñas, algo que dificulta el aislamiento.

El alcalde ha anunciado que Emaya desinfectará cada día las calles de estos cuatro barrios y se aumentarán las ayudas para que se pueda cumplir el aislamiento. También ha comunicado que se informará a la población y se trabajará en la concienciación ciudadana.

Por último, Hila ha recalcado que los dispositivos policiales se irán incrementando según las necesidades, pero que Policía Local y Policía Nacional partirán con las patrullas que se utilizaron durante el estado de alarma.