Una clínica británica ha admitido haber anestesiado de manera incorrecta a una paciente, quien «gritó de agonía» cuando el bisturí rasgó su piel durante una intervención ginecológica realizada en 2018.
Según Irwin Mitchell, bufete de abogados que representa a la mujer de 30 años y víctima de la negligencia, los especialistas le suministraron anestesia espinal en lugar de anestesia general durante la cirugía.
Desde la intervención, la mujer padece de estrés postraumático (TEPT), debido a la pesadilla a la que se enfrentó en la mesa de operaciones.
Según su testimonio, gritaba pero que nadie podía oírla porque tenía la cabeza detrás de una cortina y llevaba una máscara de oxígeno. La paciente permaneció consciente mientras le colocaban un laparoscopio.
«He sufrido mucho el TEPT y las pesadillas han sido horribles. Recuerdo estar sobre una mesa con gente mirándome y sin escuchar mis gritos. Es terrible y puedo despertarme hasta tres veces por semana debido a esto», recordó la víctima.
A pesar de que el cuadro médico indicó a los cirujanos que la presión arterial de la mujer había aumentado de manera considerable, los médicos continuaron con la cirugía, indican los letrados.