El euro digital avanza con paso decidido hacia su futura implantación en Europa, y dos compañías españolas se sitúan en primera línea de este ambicioso proyecto, lo que deja una vez a España bien posicionada en el continente. Se trata de “Diusframi”, una compañía con una trayectoria de más de 30 años en el desarrollo de soluciones tecnológicas aplicadas a medios de pago, y “Kineox”, la otra compañía española detrás de este proyecto, especializada en inteligencia artificial orientada a la gestión de cobros. Ambas han sido seleccionadas por el Banco Central Europeo para integrarse en la Plataforma de Innovación que dará forma a la infraestructura del nuevo sistema monetario digital.
Esta elección refuerza el papel de España en la “transformación del modelo financiero europeo” y consolida a estas empresas como referentes tecnológicos dentro del continente. Diusframi y Kineox trabajarán en un entorno controlado en el que pondrán a prueba funciones esenciales del euro digital, como los pagos automatizados, la integración con interfaces de usuario y la mejora de la seguridad en las transacciones.
Diusframi, además, ha sido seleccionada para participar en dos áreas clave del programa: como “Pioneer”, validando soluciones de aplicación inmediata, y como “Visionary”, explorando nuevas funcionalidades que podrían fomentar la inclusión financiera y acelerar la sustitución del efectivo. En conjunto, el proyecto representa no solo un hito en la modernización de los pagos en Europa, sino también una oportunidad estratégica para que el talento tecnológico español lidere uno de los cambios más trascendentales en la historia reciente del dinero, lo que no es poca cosa, dada la magnitud del proyecto.
Diusframi y Kineox: las firmas españolas que lideran la transición hacia el euro digital
El Banco Central Europeo ha seleccionado a dos compañías españolas, Diusframi y Kineox, para formar parte del núcleo de empresas que desarrollarán la futura infraestructura del euro digital. Ambas han sido integradas en la Plataforma de Innovación del BCE, un entorno de pruebas controlado que servirá para validar la viabilidad técnica, funcional y operativa de esta nueva moneda digital.
Diusframi, es una empresa española que cuenta ya con más de tres décadas de experiencia en medios de pago (una larga trayectoria que certifica por qué ha sido elegida por el BCE), y Kineox, especializada en inteligencia artificial aplicada a la gestión de cobros, aportarán su conocimiento tecnológico en fases clave del proyecto. Diusframi destaca por haber sido elegida para participar en las dos categorías del programa del euro digital: «Pioneers» y «Visionaries».
Esta doble participación le otorga una posición de liderazgo, ya que implica tanto el “testeo de funcionalidades esenciales” como la formulación de nuevas aplicaciones que puedan enriquecer la utilidad de la moneda digital en el futuro. Por su parte, Kineox refuerza el “componente innovador del proyecto” al introducir soluciones basadas en inteligencia artificial (tecnología ésta que actualmente lidera los proyectos en el planeta), contribuyendo a mejorar la eficiencia y seguridad de los procesos de pago digitales.
Del efectivo a la moneda virtual: el papel estratégico de España en el nuevo modelo financiero europeo
La inclusión de Diusframi y Kineox en el proyecto del euro digital posiciona a España como uno de los países protagonistas en el cambio de paradigma financiero que plantea el BCE y que es sin duda uno de los más importantes después de la unificación de la moneda.
Con esta nueva divisa, el organismo europeo busca reducir progresivamente el uso del dinero en efectivo (uno de los objetivos más importantes del proyecto) y establecer una alternativa digital que sea segura, interoperable y adaptada a las necesidades actuales de los ciudadanos y empresas europeas. España, al contar con dos representantes en este proceso, juega un papel decisivo en la configuración de ese futuro económico.
Este paso no solo tiene implicaciones tecnológicas, sino también sociales y económicas. La transición hacia una moneda digital supone “repensar el sistema de pagos tal y como lo conocemos” (lo que representa un gran reto desde el punto de vista tecnológico), con un fuerte énfasis en la inclusión financiera, la eficiencia operativa y la transparencia. Las pruebas lideradas por estas empresas permitirán al BCE evaluar los beneficios reales de un euro digital accesible y confiable, en el que la protección del usuario y la innovación vayan de la mano.
Pagos condicionados, IA y prevención del fraude: las claves tecnológicas del euro digital
Uno de los principales objetivos del proyecto es “garantizar que el euro digital funcione bajo los más altos estándares de seguridad y funcionalidad”. En este sentido, Diusframi tiene la tarea de evaluar, en su rol de «Pioneer», funcionalidades avanzadas como los pagos condicionados (transacciones que solo se ejecutan si se cumplen ciertas condiciones) y la integración con interfaces simuladas.
Estas pruebas permitirán comprobar la estabilidad y eficiencia de la moneda en un entorno realista, antes de su posible implementación definitiva. Además, tanto Diusframi como Kineox aportan soluciones clave en la “prevención del fraude” (un papel destacado dado el incremento del número de fraudes informáticos en los últimos años) lo que representa un dato importante para lograr la confianza del usuario en un sistema 100% digital.
La aplicación de inteligencia artificial, por su parte, en estos procesos no solo optimiza tiempos y recursos, sino que también mejora la capacidad de detección de irregularidades (aunque parte de los delitos informáticos más sofisticados se han realizado con IA). Con esta aproximación, “el BCE busca construir una divisa robusta que no solo sustituya al efectivo, sino que supere sus limitaciones en materia de seguridad y trazabilidad”.