Álvaro Djaló está viviendo una temporada para el olvido, y eso le ha podido costar caro a Ernesto Valverde. No solo porque el Athletic terminara con sus opciones de llegar a la final de la Europa League desde el partido de la ida ante el Manchester United, sino porque el jugador no ha estado ni se le ha esperado.
Lo último sobre él lo vimos precisamente en el encuentro ante el United en la vuelta de las semifinales de Europa League. Y es que el Athletic, aún de haber perdido 0-3 en la ida, tenía ciertas esperanzas de conseguir la victoria frente a los ‘red devils’, un rival muy fuerte en Europa pero flojo en la Premier. Pero tampoco ocurrió: derrota por 4-1 en Old Trafford. Y Djaló fue solo una decepción para Ernesto Valverde, otra más.
Djaló solo es una decepción para Ernesto Valverde
La dura realidad es que Ernesto Valverde tuvo que conformar un once en Manchester sin Dani Vivian, Oihan Sancet y los hermanos Williams. Había algunas dudas, pero parecía evidente que el fichaje más caro de los últimos años iba a estar en el césped.
Djaló, que llegó a Bilbao generando mucha ilusión por su rendimiento en el Sporting de Braga, ocupó una de las bandas para los de Ernesto Valverde y fue uno de los argumentos ofensivos, junto a Berenguer o Maroan Sannadi. Una oportunidad que tampoco nadie hubiese creído hace siete días. Pero el partido de Djaló no estuvo, simple y llanamente. No tuvo su protagonismo y tampoco hizo méritos para crear buena sensación. Y eso se transformó en los pitos de la afición.
Desde su primera sensación no fue el mismo
El extremo ha sufrido mucho en los últimos meses. Enamoró en sus primeros entrenamientos en Lezama, impactando incluso a sus propios compañeros, que estaban asombrados con la facilidad con la que veía puerta y esquivaba rivales. El club se frotaba las manos, aún sin saber si Nico Williams abandonaría la entidad.
Había plena confianza en un movimiento de mucho valor, tras haber pagado 15 millones fijos para incorporar a un futbolista que venía de marcar cinco goles en la Champions, uno de ellos al Real Madrid. Sus primeros partidos en pretemporada confirmaron esas sensaciones, con goles y asistencias en los amistosos. Pero desde su primera lesión no fue el mismo. Tuvo oportunidades en los primeros encuentros oficiales de la temporada y marcó su único gol del curso, tras recuperarse de esta lesión muscular. Pero con el paso de los días lo que eran halagos se convirtieron en críticas. Y la sensación era la de un futbolista perdido en el terreno de juego. Anímicamente no consiguió darle la vuelta y se fue haciendo pequeño. Ni en liga ni en Europa.