Con la llegada del calor y el florecimiento primaveral, también regresan las alergias. Y aunque muchos lo relacionan solo con estornudos o picor de ojos, la realidad es que los síntomas alérgicos pueden convertirse en una seria amenaza al volante. Lo que pocos conductores saben es que, según la Dirección General de Tráfico (DGT), hasta un simple acceso de tos podría derivar en una multa importante y no solo por el ruido.
¿Toser puede costarte 1.000 euros? Parece exagerado, pero no lo es. En este artículo te contaremos cómo un gesto tan natural puede terminar en sanción, qué dice exactamente la normativa de la DGT y cómo protegerte si sufres alergias estacionales.
1Una amenaza invisible: las alergias al volante
Cada año, más de ocho millones de personas en España experimentan algún tipo de alergia al polen, según la Asociación Española de Alergia e Inmunología Clínica (SEAIC). Y el problema va mucho más allá de la congestión nasal: la DGT ha advertido que estos síntomas pueden incrementar hasta un 30% el riesgo de sufrir un accidente de tráfico.
¿Por qué? Porque al estornudar o toser, el conductor pierde durante varios segundos el control total de la situación. A 90 km/h, un estornudo de cinco segundos implica recorrer 125 metros sin mirar la carretera. A 100 km/h, esa distancia se eleva a 140 metros. En ese lapso, cualquier imprevisto puede tener consecuencias fatales.
Pero no solo los estornudos preocupan a la DGT. La tos también es capaz de desencadenar reacciones reflejas o movimientos involuntarios, lo que puede provocar salidas de vía, volantazos o frenazos bruscos. Y lo peor: la mayoría de estos episodios ocurren de forma repentina, sin tiempo para reaccionar.