El mantenimiento adecuado de nuestros vehículos es una obligación que muchos conductores descuidan hasta que es demasiado tarde. La DGT ha intensificado en los últimos meses sus controles para detectar coches que circulan en condiciones deficientes por las carreteras españolas. Los datos revelan que miles de conductores son sancionados anualmente por circular con vehículos que presentan deficiencias técnicas que comprometen tanto su seguridad como la del resto de usuarios de la vía.
Las consecuencias de conducir un automóvil en mal estado van mucho más allá de una simple multa económica. Las estadísticas demuestran que un porcentaje significativo de los accidentes de tráfico tiene como factor contribuyente algún fallo mecánico que podría haberse evitado con un mantenimiento preventivo adecuado. Los agentes de la DGT están especialmente atentos a cuatro elementos fundamentales cuyo deterioro supone un riesgo inmediato: neumáticos desgastados, sistemas de iluminación defectuosos, ausencia de ITV en vigor y sistemas de frenado ineficaces.
1DGT NEUMÁTICOS DESGASTADOS: EL PELIGRO SILENCIOSO EN NUESTRAS CARRETERAS

Los neumáticos constituyen el único punto de contacto entre nuestro vehículo y la carretera, siendo elementos cruciales para la seguridad vial. Circular con neumáticos cuyo dibujo presenta una profundidad inferior a 1,6 milímetros, límite legal establecido por la normativa de tráfico, supone una multa de 200 euros por cada rueda en mal estado. Este deterioro compromete gravemente la adherencia del vehículo, especialmente en condiciones de lluvia o superficies deslizantes, aumentando considerablemente la distancia de frenado.
La DGT realiza controles específicos para verificar el estado de los neumáticos, prestando especial atención no solo al desgaste de la banda de rodadura sino también a la presencia de deformaciones, cortes o bultos en los flancos. Los técnicos advierten que incluso con un desgaste aparentemente uniforme, un neumático puede estar en mal estado si tiene más de cinco años, aunque su aspecto exterior parezca correcto. Los neumáticos con grietas visibles o con deformaciones evidentes son inmediatamente sancionables y pueden derivar en la inmovilización del vehículo hasta su sustitución.