Lamine Yamal, el niño prodigio que sostuvo al Barça en su noche más exigente

El FC Barcelona vivió una noche de emociones intensas en el duelo de ida por las semifinales de la Champions League ante el Inter de Milán. Lo que empezó como un auténtico temblor —dos goles en contra en apenas 21 minutos— terminó convirtiéndose en una demostración de carácter, liderada por un chico de apenas 17 años, Lamine Yamal. El joven nacido en Rocafonda celebró su partido número 100 con el primer equipo dejando una huella inolvidable.

Su gol, un auténtico poema de talento y frialdad, lo convirtió en el jugador más joven en marcar en esta instancia del torneo, grabando su nombre en la historia de la competición. Y como si eso no fuera suficiente, provocó la admiración de figuras mundiales como Erling Haaland, quien no dudó en rendirse ante su actuación con un claro mensaje. “Este chico es increíble”. Con esa actuación, Lamine no solo sostuvo al Barça, lo revitalizó.

Lamine Yamal prende la chispa del Barça cuando todo parecía perdido

El momento que cambió el rumbo del partido llegó cuando el Inter parecía tener todo bajo control. A los 24 minutos, Lamine Yamal tomó el balón con decisión, encaró a los defensores italianos con destreza, se internó en el área con una mezcla de inteligencia y coraje, y definió al segundo palo tras un recorte letal. El balón besó el poste antes de entrar, poesía pura. Era el 1-2 y, más que un gol, fue un grito de rebelión: el Barcelona seguía vivo.

Pero el chico no se conformó. Apenas unos minutos después, volvió a encarar por la banda, dejando rivales en el camino en una jugada que terminó en el travesaño. Rozó el doblete, pero ya había dejado claro que lo suyo no es casualidad. En lo que va de la temporada, acumula 15 goles y 20 asistencias, números que consolidan su papel como una de las piezas clave del equipo.

La ovación de Europa para Lamine Yamal y un guiño desde el rival

Las repercusiones no tardaron en llegar, y no solo desde el lado blaugrana. En rueda de prensa, el propio Simone Inzaghi, técnico del Inter, se rindió ante el talento de Lamine Yamal. “Es un fenómeno que sale cada 50 años”, dijo, con una mezcla de asombro y respeto. Incluso reconoció que tuvo que poner a tres jugadores para intentar frenarlo, un gesto que magnifica aún más la dimensión de su actuación.

El partido terminó con un vibrante 3-3 en el marcador, y ahora todo se definirá en el Giuseppe Meazza. Inzaghi advirtió que la vuelta será tan exigente como la ida, sobre todo por la posible ausencia de Lautaro Martínez, su capitán y referente. Aun así, nadie en Europa puede ignorar lo que Lamine es capaz de hacer. Sus regates, su temple, su olfato goleador y su personalidad lo convierten en un nombre inevitable en cada análisis previo.